El todavía secretario general de UGT en Castilla-La Mancha, Carlos Pedrosa, ha explicado las razones por las que ha decidido dar un paso al lado y despejar el camino para su sucesión, que no se abordará hasta el mes de noviembre de 2020.
Como ya anticipaba desde este domingo LA CRÓNICA, lo ha hecho en una rueda de prensa y visiblemente emocionado. Ha recordado cómo, en conversación con su hijo Juan Carlos, éste le dijo que era un hombre "del siglo pasado", algo a lo que ha dado muchas vueltas.
"Es cierto. Soy un hombre del siglo pasado que tiene la obligación de dejar paso a gente del siglo XXI", ha admitido Pedrosa, quien ha tenido palabras de especial cariño a trabajadores de los medios de comunicación.
Carlos Pedrosa adelanta su dimisión casi 11 meses antes de iniciar el nuevo proceso congresual para no interferir en su sucesión, por un lado, pero por otro, porque las últimas dos veces que hubo que renovar dirección en 2012 y 2016 permaneció en el cargo y al final tuvo que mantener la Secretaría General, algo que no tenía previsto en ninguno de los dos casos.
Será en noviembre del año que viene cuando se celebrará el nuevo Congreso que vendrá a elegir a su sucesor, si bien ha aseverado que toda vez que se nombre una gestora "el día a día de la organización está asegurado", ya que seguirá activa su Ejecutiva actual.
"Aléjense de cualquier morbo. En el año 2012 yo ya no quise presentarme, pero los compañeros de UGT tampoco quisieron por ser años duros. En 2016 teníamos casi cerrada una Comisión Ejecutiva diferente en la que yo no estaba, pero se rompió el acuerdo en el último minuto, y volví a hacerme cargo", ha rememorado.
Pero ahora, lo "mejor" que puede hacer es iniciar esta ausencia para "no interferir" con su presencia en los trabajos del próximo Congreso Regional de octubre. Ahora, volverá a su puesto de trabajo tras "un pequeño paréntesis" toda vez deje el sindicato.
Considera Carlos Pedrosa que la organización tiene "cantera" y mejor formada que incluso él mismo. "Me gustaría que me recordaran como una persona que ha intentado hacerlo lo mejor posible", ha dicho, recordando su "osadía" cuando asumió la dirección de la UGT en Castilla-La Mancha .
"Que me recuerden como una persona agradecida a todos aquellos que me han aportado durante estos años, y que hoy pide disculpas a todos aquellos a los que haya podido molestar durante estos años. En las mismas circunstancias, les volvería a pisar los callos, y les volvería a pedir disculpas", ha afirmado.
Los retos que deja a su sucesión, según ha explicado, pasan por afrontar el trabajo precario que se ha instalado en el mercado laboral español. Ha reconocido que estos dos años "han sido muy duros", incluso en la última etapa ha estado "siete meses de baja".
"Hacer 70.000 kilómetros al año es algo que no se hace como se hacía antes", ha dicho, revelando que incluso ha tenido que ser auxiliado por compañeros estando al volante, sin dar más datos sobre ese episodio.
Se ha mostrado convencido de que los trabajadores de UGT seguirán, aún sin su liderazgo, "aportando mucho" a la región. En este punto se ha acordado de los "momentos duros" en los que el sindicato tuvo que despedir a trabajadores "que aportaban mucho" cuando en la legislatura gobernada por el PP "se vivieron momentos duros".
El líder sindical ha avanzado que a las 12.00 horas protagonizará una reunión con el resto del equipo para avanzar la formalización de su dimisión, que se hará efectiva en la medianoche de este martes.
De Bono a García-Page, pasando por Barreda y Cospedal
Como pequeño análisis de los casi 18 años liderando el sindicato, ha reparado en que ha coincidido con Joé Bono, José María Barreda, María Dolores de Cospedal y Emiliano García-Page al frente de los gobiernos regionales; Zapatero, Rajoy o Sánchez en La Moncloa; y líderes de agentes sociales como Ángel Nicolás o José Luis Gil.
"No quiero convertirme en el Jordi Hurtado del sindicalismo", ha bromeado Carlos Pedrosa, quien ha señalado que le resulta "muy difícil" elegir un solo momento bueno de su carrera sindical.
Sí ha resaltado la "aportación personal" que se lleva de la gente de UGT, sobre todo, en el terreno anecdótico, "una noche de gintonics con Cándido Méndez".