Uno de los dilemas clásicos de la Economía es incluso más viejo el «Samuelson», aquel manual de un par de kilos de peso donde tantos millones de universitarios han aprendido desde hace décadas los rudimentos de esa disciplina: el gobernante tiene que decidir, llegado el momento, entre «cañones o mantequilla».
El planteamiento lo acaba de actualizar este lunes el PSOE de Guadalajara, al hilo de lo ocurrido en un colegio de la capital, que ha estado dos meses con la caldera fuera de servicio. Aunque los críos no hayan tenido que pasar frío en las aulas, el asunto sí que está dando para calentar la política municipal.
“El gobierno de Ana Guarinos ha desatendido una competencia que es estrictamente municipal: el mantenimiento de los centros escolares, y su inoperancia y falta de trabajo ha tenido como consecuencia que los alumnos y alumnas del Pedro Sanz Vázquez hayan estado sin calefacción” ha llegado a decir este lunes la concejala socialista en el Ayuntamiento de Guadalajara, Gemma Mínguez. Más aún, considera que se ha llegado a esta situación “porque Guarinos ha hecho modificaciones de crédito de dinero público para quitárselo al mantenimiento de las instalaciones de centros educativos y llevárselo a Festejos”.
Mínguez ha abundado en el asunto al subrayar que “dado que la señora Guarinos ha mirado para otro lado en sus responsabilidades, porque el mantenimiento de los centros escolares es responsabilidad municipal, ha tenido que ser el Gobierno de Castilla-La Mancha quien, actuando de oficio, ha puesto de nuevo en funcionamiento la caldera de este centro”.
La concejala socialista ha calificado de “irresponsabilidad que Guarinos haya vuelto a utilizar una institución, como es el ayuntamiento, como ariete para confrontar con la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha porque es de otro signo político”.