Cabalgata de los Reyes Magos de Guadalajara: con paraguas y con ilusión. MIRA LAS FOTOS

Amplísima galería gráfica de la Cabalgata de Reyes en Guadalajara el 5 de enero de 2025, bajo una lluvia que no impidió su desarrollo.

Paraguas, bufandas y chubasqueros acompañaron en este 2025 a los Reyes Magos en su Cabalgata por las calles de Guadalajara. Llovió de forma intermitente, pero sin conseguir aguar la ilusión de chicos y grandes.

Cerca de 300 figurantes y 16 comparsas acompañaban las tres carrozas reales y toda su amplia comitiva de sus respectivos pajes, a la que se sumaba este año una nueva carroza con el belén viviente y otra con el apuntador de los Magos, que iba cargada de juguetes y recogía los deseos de última hora de los más pequeños.

La estrella de Belén, caballitos luminiscentes, batucada iluminada, hinchables de los reyes versión play móvil y una enorme corona real, de cuatro metros de diámetro, desfilaron junto a la insignia real portada por seis jinetes a caballo, el ballet del fuego, los carteros reales, y como no los carboneros, que además de repartir 100 kilos de carbón dulce, iban tiznando las asombradas caras del público.

No faltó la música de la banda del Cristo de la Paz, ni los villancicos de la ronda de la Alegría, que amenizaron la espera en Santo Domingo.

También se repartieron más de 2.000 kilos de caramelos sin gluten y hasta 10.000 coronas de reyes de cartón en una cabalgata que partió puntual a las 18:30 de la calle Madrid, para ascender por la calle Mayor hasta Santo Domingo, donde tras dar la vuelta a la mitad del Paseo de Fernández Iparraguirre, en un recorrido cubierto por vallas antivuelco, llegaba junto a la iglesia de San Ginés, donde se realizó la adoración al Niño, al que sus majestades entregaron el oro, el incienso y la mirra que traían de Oriente.

La alcaldesa de Guadalajara, Ana Guarinos, recibía junto a parte de la Corporación municipal a la comitiva real, haciendo entrega al Rey Melchor, de la llave de la ciudad, “para que podáis hacer vuestra magia y cumplir con la ilusión de todos”.

La voz de los niños también se escuchó sobre el escenario, con un niño y una niña como representantes de la ciudad, que pedían a los Magos, paz y amor, y que no nos olvidáramos de Valencia, antes de que Melchor se dirigiera al público para recordar a pequeños y mayores, que el regalo más importante “es que no falten los abrazos y el tiempo compartido con la familia y los amigos”, para invitar después a todos a irse a dormir “que ya venimos los Reyes Magos”.

Y ya sin lluvia Melchor, Gaspar y Baltasar se despedían a pie de calle, cerca ya de las nueve de la noche, con los últimos saludos y fotografías con las familias que aún se resistían a marchar, a pesar del frío.