La Grand Place de Bruselas luce de otro modo en estos tres días dedicada a la cerveza belga y sus delicias.

La fama más negra que tiene la capital de Europa está en sus cielos cubiertos, que la tiñen de gris buena parte del año. En lo positivo, la capital belga también destaca por sus zonas verdes, su completa agenda de eventos, su cultura del cómic, del surrealismo y del Art Nouveau, del chocolate… y de la cerveza. Una bebida que, salvo a los abstemios, pone a todos de acuerdo y que a nosotros nos puede poner en marcha con algún vuelo de bajo coste.

Para estos días, los precios son más altos que de costumbre y, aun así, merece la pena darse un capricho como este. La mejor opción incluso con tan pocos días de margen la da Iberia, que por 217 euros ida y vuelta incluye equipaje de cabina.

Embarquemos, pues, y paladeemos la ocasión. Vamos a ello.

La arraigada tradición cervecera en Bélgica no necesita explicación y, es bien sabido, forma parte de su patrimonio cultural desde hace cientos de años. Además, en fechas más recientes, la producción artesanal ha aumentado en la capital bruselense y se ha convertido en toda una religión.

Para celebrar esta tradición, Bruselas, acoge del 1 al 3 de septiembre el Belgian Beer Weekend, o, lo que es lo mismo, el fin de semana de la cerveza, una cita ineludible para los verdaderos aficionados a esta bebida.

Tres días para la pasión cervecera

Durante tres días, la emblemática Grand Place de Bruselas se convierte en una barra de bar gigante, donde más de 50 cervecerías ofrecen más de 500 cervezas diferentes, con una amplia gama de sabores de lo más notable, creadas a partir de procesos de fermentación muy variados.

La variedad de marcas presentes es pasmosa, como puede comprobar el lector de LA CRÓNICA en la siguiente relación, con los correspondientes enlaces:

Además de los diferentes puestos de cerveza, existe una programación adicional de actividades, con desfiles de cerveceros, desfiles de cofradías cerveceras, música en directo… que generan el ambiente más original y auténtico.

Belgian Beer Weekend se celebró por primera vez en 1998, con el objetivo de resaltar el patrimonio excepcional de la cerveza belga, y hoy en día es ya un inmenso orgullo para todos los habitantes del país y la mejor forma de descubrir la arraigada tradición.