La Guardia Civil ha interceptado a los conductores de dos camiones cuando circulaban en zigzag por la autovía A-2, en la provincia de Guadalajara, que arrojaron una tasa de alcoholemia superior a la permitida. No es que coincidieran en el mismo lugar a la misma hora, pero el lapso entre las dos detenciones ha sido singularmente breve.
Son apenas tres días lo que separan ambos casos, uno a la altura de la capital. En las dos ocasiones, la colaboración ciudadana ha sido fundamental gracias a las llamadas realizadas por otros usuarios de la vía al teléfono de urgencias de la Guardia Civil 062 y al teléfono de emergencias 112 de Castilla-La Mancha, en las que comunicaban que ambos conductores circulaban de forma irregular, generando un grave riesgo para el resto de conductores.
El primero de los casos sucedía cuando se recibía una llamada informando de que a la altura del kilómetro 58 de la Autovía del Nordeste, en el término municipal de Guadalajara, circulaba un camión con matrícula polaca haciendo zizzag.
En poco más de cinco minutos, este conductor era interceptado por una patrulla del Destacamento de la Guardia Civil de Tráfico de Guadalajara, procediendo a su detención a la altura del kilómetro 44 de la A-2.
Sometido a las correspondientes pruebas de impregnación alcohólica, arrojó un resultado positivo de 1,10 y 1,05 miligramos de alcohol por litro en aire espirado, septuplicando la tasa de alcohol permitida.
Los agentes procedían a la detención, al no tener domicilio conocido en España, de este conductor de 36 años de edad. También se le formuló un boletín de denuncia por infracción al Reglamento General de la Circulación por conducir de forma negligente.
De igual modo, a la altura del kilómetro 109 de la Autovía A-2, en el término municipal de Mandayona, también era avistado por una patrulla del Destacamento de Tráfico de la Guardia Civil de Sigüenza un conductor cuando circulaba de forma temeraria al ocupar alternativamente ambos carriles de la vía en sentido Barcelona.
Gracias a la colaboración ciudadana, pudo ser interceptado rápidamente a la altura del kilómetro 104 de la A-2, procediendo a su identificación en la vía de servicio.
El conductor era sometido a las pruebas de impregnación alcohólica, arrojando un resultado positivo de 1,22 y 0,96 miligramos de alcohol por litro en aire espirado, superando, por tanto, en más de 6 veces la tasa de alcohol permitida, motivo por el que se procedía a su investigación como presunto autor por un delito contra la seguridad del tráfico por conducir un vehículo bajo la influencia de bebidas alcohólicas.