Castilla-La Mancha estará en disposición de situar su capacidad diagnóstica de COVID-19 por encima de las 10.000 pruebas diarias en los próximos meses gracias a la implantación de nuevos equipos de procesamiento de muestras mediante técnica de biología molecular. En estos momentos, la región ya dispone de cinco de estos equipos, a los que se unirán otros seis próximamente, cuatro de los cuales ya están sometidos a concurso público.
De las características de estos sistemas ya dio amplios detalles LA CRÓNICA, en primicia regional cuando el presidente García-Page anunció su adquisición.
Así lo ha indicado este viernes el consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz, durante la visita que ha realizado el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, al servicio de Anatomía Patológica del Complejo Hospitalario Universitario de Toledo para conocer el funcionamiento de uno de los cinco equipos instalados ya en el servicio regional de salud para el procesamiento de muestras y que van a permitir reforzar los sistemas utilizados hasta el momento para el diagnóstico del COVID-19.
Técnica TMA
Fernández Sanz ha explicado que estos equipos permiten llevar a cabo una nueva técnica de diagnóstico por biología molecular del coronavirus, conocida por sus siglas en inglés como TMA (amplificación mediada por transcripción), que ofrece un procesamiento inmediato y totalmente automatizado de las muestras.
«Estos equipos permiten realizar más de 1.000 test en 24 horas, frente a los medios manuales actuales que consiguen los primeros resultados en cinco horas», ha explicado. Además, cada uno de estos equipos es capaz de ofrecer resultados nuevos cada cinco minutos, con una especificidad analítica del cien por cien.
A pesar de la complejidad que entraña el diagnóstico molecular, este sistema automatiza todos los pasos necesarios, con lo que se acelera el diagnóstico y se reducen las posibilidades de error frente a otras técnicas que conllevan más procesos manuales, mejorando por tanto el flujo de trabajo y, sobre todo, el riesgo de contaminación del personal y del propio laboratorio.
Otra de las ventajas de estos nuevos equipos son su pequeño tamaño y su versatilidad para poder ir incluyendo muestras para analizar según se reciben, reduciendo los tiempos de espera y pudiendo procesar muestras urgentes sin necesidad de hacerlo por lotes, algo crucial en tiempos de emergencia sanitaria como en los que nos encontramos.
Tal y como ha explicado el consejero de Sanidad, en estos momentos el sistema sanitario público regional ya dispone de cinco de estos equipos en los hospitales de Toledo, Albacete, Ciudad Real, Cuenca y Guadalajara, estando prevista la implementación de otros seis equipos próximamente, lo que permitirá dotar de esta tecnología también a los centros hospitalarios de Talavera de la Reina y Alcázar de San Juan.
Triplica la capacidad actual de análisis
Una vez que estos nuevos equipos estén en funcionamiento, el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha tendrá una capacidad máxima para realizar por encima de 10.000 pruebas diariamente, muy por encima de la máxima capacidad diagnóstica actual a través de PCR, que está en torno a las 3.000 o 3.500 pruebas diarias.
Fernández Sanz ha señalado que la incorporación de estos nuevos equipos y las posibilidades de ampliación diagnóstica que ofrecen «son fundamentales en estos momentos para poder realizar un diagnóstico precoz de casos sospechosos, una vez que los profesionales médicos de Atención Primaria ya pueden solicitar directamente este tipo de pruebas, reforzando así la colaboración entre ambos niveles asistenciales».