Birgi es un pequeño pueblo de la provincia de Izmir. ¿Cómo hay tantos? No. El mérito de Birgi es que ha sido distinguido por la Organización Mundial del Turismo como uno de los 32 «Best Tourism Villages 2022«.
Sus estrechas calles empedradas y las casas construidas con piedra y madera hacen de esta localidad uno de los lugares con más encanto de Izmir.
En este pequeño municipio, muchas de las grandes mansiones se han transformado en hoteles boutique, entre los que destacan Saliha Hanım Taş Konak y Kadilar Pashazade Konagi Boutique. Alojarse en alguno de ellos ofrece una experiencia auténtica e irrepetible, completando así la inmersión cultural en la zona.
Además de la arquitectura otomana, Birgi es famoso por la patata Ödemiş y el pan Tokoglu, dos manjares gastronómicos que se pueden degustar a lo largo y ancho de la zona.
Mucha historia en un entorno encantador
Municipio heredero de una larga serie de antiguas civilizaciones que pasaron por la región -frigios, lidios, persas, macedonios y romanos-, fue capital del principado turco de Aydinogullari entre 1307 y 1348, y continuó siendo un centro cultural otomano entre los siglos XV y XVI.
Entre sus edificios más icónicos se encuentran la Mezquita Mayor de Ulu Cami y Cakiraga Konak, una gran mansión del siglo XVIII. La Mezquita Mayor fue construida en el 1312 por el gobernante Aydinoglu Mehmet y su arquitectura selyúcida y otomana clásica llama especialmente la atención cuando se accede al interior donde sus espectaculares mosaicos no dejan indiferente a nadie. Al oeste de esta mezquita se encuentra la otra gran joya arquitectónica: la mansión Cakiraga, construida por un rico comerciante local.
Otros edificios interesantes de la ciudad son el Colegio Islámico del Iman Birgivi, la Tumba de Sultansah o Sefik Bey Yaghanes, una planta de extracción de aceite de oliva.