Fiel a su cita con la festividad de San Antón, patrono de los animales, la Botarga de Guadalajara, acompañada de las dulzainas, recorría ayer tarde, 17 de enero, la calle Mayor, al ritmo del cántico del Alhiguí.
En la entrada de la parroquia de Santiago, las mascotas y sus dueños hicieron cola para recibir la bendición del santo en increíble armonía, puesto que perros y gatos esperaban pacientemente su turno, mientras la botarga incordiaba a la chiquillería.
Con el reparto de los panecillos de San Antón terminaba la anual ceremonia en la parroquia de Santiago.
La botarga hizo de las suyas
Los cuatro componentes enmascarados de la botarga, el manda, los mandaderos y la botarguilla, fueron recibidos en el Ayuntamiento de Guadalajara por el concejal de Festejos, Santiago López Pomeda, el de Cultura, Javier Toquero y el de Bienestar Animal, José Luis Alguacil, antes de comenzar su recorrido por la calle Mayor.
Y ante la sorpresa de viandantes y curiosos, la botarga cumplió con el rito de comprometer a todos en el divertido juego del Alhiguí, retando a atrapar con la boca ese higo que pende de una caña que no deja de moverse con los brincos y bailes de la botarga que canturrea, “Al higuí, al higuí, con la mano no, con la boca sí”.
López Pomeda destacaba el valor de esta ancestral tradición, “que es compartida por muchos vecinos, que con sus mascotas acompañaron el desfile, hasta la iglesia de Santiago, donde se procede a la bendición de los animales y que es a antesala de un Carnaval, que este año llegará a finales del mes de febrero, donde la botarga volverá a tener su presencia en el acto del pregón acompañada de otras muchas botargas de la provincia”.
