El presidente de las Cortes de Castilla-La Mancha, Pablo Bellido, ha puesto de manifiesto este sábado la necesidad de trabajar de manera coordinada entre todas las administraciones públicas y el conjunto de la sociedad para “tratar de atajar la sangría que supone para nuestra tierra la despoblación”.
Durante su participación en la tradicional Romería del Alto Rey, en la Sierra Norte de Guadalajara, donde ha estado acompañado por la ministra en funciones de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, Magdalena Valerio, y por el delegado de la Junta en la provincia de Guadalajara, Eusebio Robles, Bellido ha hecho referencia al trabajo que las Cortes Regionales van a realizar en este primer tramo de la legislatura para tratar de analizar y ofrecer respuestas a la despoblación rural.
“En las Cortes estamos muy preocupados con este tema y hemos creado una subcomisión que va a trabajar durante todo un año en la propuesta que podamos hacer a la Unión Europea y al Gobierno de España, así como para aplicar conjuntamente con diputaciones provinciales y Gobierno regional, para tratar de parar esta sangría que afecta a nuestros pueblos”, ha recordado, al tiempo que ha puesto de manifiesto la necesidad de generar las inversiones necesarias que favorezcan la existencia de servicios y comunicaciones que revitalicen la actividad socioeconómica de las comarcas más castigadas por el vaciamiento demográfico.
Riqueza ambiental, cultural y etnográfica
Pablo Bellido ha tenido también palabras para valorar la importancia de la romería del Alto Rey, “un día de hermandad y convivencia de la Sierra Norte de Guadalajara, una de las zonas más bonitas de Castilla-La Mancha” y ha destacado también el valor ambiental, cultural y etnográfico de esta zona, así como su enorme potencial turístico.
La romería del Alto Rey se celebra el primer sábado de septiembre y en ella se reúnen los vecinos y vecinas de los pueblos de Albendiego, Aldeanueva de Atienza, Bustares, El Ordial, Gascueña de Bornova, Las Navas de Jadraque y Prádena de Atienza, que suben desde Bustares a la cima del Alto Rey, que con sus casi dos mil metros, tiene en su cima la ermita más alta de la provincia de Guadalajara.
Además de los actos religiosos, la jornada se completa con un tradicional almuerzo en el que participan vecinos de los siete pueblos.