El presidente de las Cortes de Castilla-La Mancha, Pablo Bellido, ha abogado por una reforma del Estatuto de Autonomía, en su cuarenta aniversario, que se lleve a cabo mediante “un amplio consenso”, dando continuidad a una trayectoria autonómica que considera “la historia de un éxito”.
Bellido ha participado este lunes en el foro ‘Castilla-La Mancha: logros y desafíos’ organizado por los periódicos digitales El Español, Invertia y El Digital de Castilla-La Mancha en el Palacio de Congresos Eurocaja Rural. Ha debatido en la mesa redonda ‘Estatuto’ junto al expresidente autonómico José María Barreda y el expresidente de las Cortes regionales y ponente del Estatuto de Autonomía de 1982, el alcarreño Javier de Irízar.
Ha sido en esta mesa en la que Bellido ha realizado su reflexión sobre la vigencia del Estatuto y la oportunidad de abordar una nueva reforma que lo actualice e incorpore aspectos que a lo largo de estos cuarenta años han cobrado mayor relevancia, “cuestiones importantes, algunas de carácter operativo como los decretos ley, y derechos de tercera generación que se han blindado en otras autonomías”.
A preguntas del moderador, el periodista Javier Ruiz, Bellido ha considerado que “puede ser conveniente, pero no imprescindible” el incremento de diputados en las Cortes regionales -dado que es el parlamento con menos escaños de todo el país, junto a La Rioja- pero ha subrayado que, en todo caso, “este no puede ser el objetivo de la reforma del Estatuto”.
El presidente de la asamblea regional ha subrayado la necesidad de “un amplio consenso entre los partidos” para acometer esta hipotética reforma, a diferencia de lo que ocurrió en la anterior: “No soy partidario de que las normas que regulan la convivencia y que deben de ser para todos se hagan solo con un 51% de apoyos, porque nos encamina a la confrontación”, ha resaltado Bellido en este foro, donde ha recordado que “una parte del éxito” de estos cuarenta años de autonomía radica en que en Castilla-La Mancha “todo lo que ha venido desde arriba y lo que ha venido también desde abajo, se ha hecho con consensos amplios”.
Por último, ha dejado también un mensaje de discrepancia con las formaciones políticas que cuestionan el modelo autonómico como fórmula de articulación territorial del Estado: “Si el Estatuto es la historia de un éxito, cuatro décadas de avances para nuestras ciudades y pueblos y para nuestros ciudadanos y ciudadanas, cuestionar lo que funciona es un error”.