El presidente de las Cortes de Castilla-La Mancha, Pablo Bellido, ha reiterado este lunes su propuesta de realizar una reforma concreta de la Constitución Española, con la modificación del Artículo 49, para suprimir el término disminuidos de su contenido.
«Creo que tenemos una magnífica Constitución, pero tiene un apartado que tiene que corregirse por respeto al 10% de la población», ha planteado Bellido.
«No merecen ser llamados por nuestra máxima norma disminuidos«, ha reivindicado el azudense, quien también ha hecho un llamamiento a los partidos regionales para recuperar «los grandes consensos» y les ha pedido que respeten las competencias de las instituciones municipales y autonómicas, no convirtiendo la política en estos dos ámbitos en «satélite» de cuestiones nacionales.
Desde la Cámara regional, en el acto del 44 aniversario de la Constitución Española, ha señalado que el actual sistema democrático sufre algunas amenazas, planteando que unos de los más graves es la tendencia en los últimos años a presentar «cuestiones donde preside más el interés por hacer daño que por ser realmente útil a la sociedad».
¿La sedición en los pueblos?
En este sentido, Bellido ha abundado en que considera que los partidos deben intentar «no abusar al punto de llevar a municipios de menos de 100 habitantes cuestiones que tienen que ver con política internacional, debates ajenos a las competencias que tienen que asumir los ayuntamientos».
Bellido ha solicitado que se alcance un acuerdo para que cada institución «se encargue de lo que se le ha atribuido» y no dedique su tiempo de deliberación y debate a cuestiones ajenas a sus competencias.
«A veces perdemos la perspectiva y convertimos lo municipal y lo autonómico en una especie de satélite de las cuestiones nacionales, y eso es devaluar tanto el sentido constitucional como también la utilidad democrática que tiene cada estamento de nuestra sociedad», ha ahondado.
Junto a la falta de respeto a las competencias, el presidente de las Cortes ha señalado la creciente agresividad en los debates parlamentarios, así como la abundancia de mentiras y desinformación, entre las amenazas presentes en la democracia. «Hago un llamamiento para recuperar los grandes acuerdos, los grandes consensos», ha planteado.