Desde el Obispado de Sigüenza-Guadalajara han recordado este miércoles que, por decreto del obispo Atilano Rodríguez del pasado 15 de marzo, «dada la gravedad y excepcionalidad del momento actual», quedaron suprimidas las celebraciones sacramentales durante el tiempo de alarma. Se seguían así las disposiciones del Real Decreto publicado por el Gobierno de España.
«Ante la constatación de la prolongación de este estado y conscientes de que en las próximas semanas y meses, las distintas comunidades de la diócesis tenían en agenda bautizos, matrimonios, primeras comuniones, confirmaciones, peregrinaciones y romerías, se cree apropiado aplazar todas estas celebraciones hasta el momento oportuno» se insiste ahora desde la diócesis.
«Cuando las autoridades lo permitan y teniendo en cuenta sus resoluciones, se reanudarán paulatinamente estas actividades programándose a juicio del párroco, a tenor de las obligaciones pastorales, de lo registrado ya en la agenda y oídas las distintas partes» se concluye, sin más solución posible ante la incertidumbre actual.