El parque de San Roque, en Guadalajara, fue en la tarde y noche del sábado el lugar de celebración del festival del Solsticio Folk
Esta fiesta que recibe al verano y recuerda la leyenda de la noche mágica de la conquista de Guadalajara por Alvar Fáñez de Minaya, cumplía este año su 25 aniversario y tuvo una apertura especial con un homenaje a Paco González Gálvez y a Jesús Orea, quienes entonces, como concejales municipales de Cultura y Festejos, con José María Bris como alcalde, impulsaron el nacimiento de este festival en el año 2000 y que hoy ya está plenamente consolidado en el calendario cultural de Guadalajara.
En este acto inaugural, celebrado en la ermita de San Roque, la alcaldesa de Guadalajara, Ana Guarinos, invitaba a todos los presentes “a celebrar con este solsticio que llega en el tiempo en que las noches son más breves y los días más largos, con todo lo que supone el verano como tiempo de luz, alegría, disfrute, convivencia y fiesta”.
Guarinos ha felicitado expresamente a los creadores del Solsticio Folk, “dos personas muy ‘memoriadas’ y amantes de la tradición, que supieron ligar en esta fiesta una tradición celta, con una reconquista cristiana en la noche de San Juan, la nochísima, que diría Orea en grado superlativo, y con nuestro folclore, que es la esencia de la tradición castellana”.
“El folclore castellano es más que una antigüedad o un legado, es también presente, porque afortunadamente siempre hay alguien o algo que nos recuerda cómo vivían nuestros antepasados, cómo se divertían y cómo bailaban”, ha señalado la alcaldesa, invitando a todos a disfrutar de esta fiesta, “ahora que el sol está más quieto, con todos esos ingredientes de todo lo que una tierra ha criado y por lo que se siente orgullosa: un sonido propio y único, el baile, el canto, los instrumentos, la vestimenta, los peinados…todo lo que es nuestro folclore”.
Tras la inauguración, Paco González Gálvez ha recibido su placa de homenaje, y también la de Jesús Orea, que estaba ausente, aunque agradecía el reconocimiento a través de un vídeo desde Bretaña.
Después del homenaje se realizaron cuatro mini conciertos de folk en el porche de la ermita, con los Gaiteros de Tío Kalica, el colegio Rufino Blanco y los grupos Chambra y Albazor, también con demostraciones de bailes populares.
Previamente, las dulzainas y los tamborileros, junto con dos gigantes de la comparsa de Guadalajara, realizaron el pasacalle por todo el paseo de San Roque, donde se instaló el mercado de artesanía y productos de la tierra, con una veintena de expositores, así como un punto turístico y un punto solidario a favor de ADISFIGU, además de juegos tradicionales en madera para los más pequeños, presentados como “juegos desenchufados”, con el juego de la rana, puzles y rompecabezas.
El broche final del festival llegaba a partir de las diez de la noche en el merendero de San Roque, con las actuaciones del grupo local Maeloc y sus ritmos celtas y el regreso a este festival del Solsticio Folk de la banda bretona, Gewndal, con sus gaitas. Más de 3.000 espectadores pudieron disfrutarlo en una noche que cumplió en su temperatura con el anuncio estival.