Al día siguiente, en el cementerio sólo están los muertos y este periodista. Los políticos de la víspera permanecen en las reseñas periodísticas y en las nota de prensa oficiales. Ahí siguen las flores de los familiares. Y también queda el largo muro, lleno de pueblos de procedencia, nombres y apellidos: son las víctimas de la represión franquista, recordados sobre mármol negro. Han hecho falta 40 metros para grabarlos y casi 80 años para hacerlo.
Lejos de lo que fue cementerio civil y más lejos aún de donde se homenajea a los muertos del otro bando, el Ayuntamiento de Guadalajara acaba de dar cumplimiento a una moción que el anterior equipo de gobierno no tuvo mucha prisa en cumplir.
El curioso tiene que llegar hasta el fondo del cuarto patio, en lo que eran los límites del cementerio histórico antes de que la expansión de la ciudad obligara a derribar muros y ampliar el camposanto. Allí, dando la espalda a esas sepulturas, se levanta el Memorial, un muro de 40 metros de largo por 2,5 de ancho con los nombres y apellidos de las 976 personas que la historiografía reconoce dentro de los represaliados por la dictadura, en los primeros años después de la guerra. La paz llegaría mucho más tarde, si es que realmente ha llegado para todos.
Pasado un rato, se acerca el nieto de uno de los allí incluidos y pega la hebra, recordando y lamentando. A su abuelo le fusilaron, después de detenerle en un pueblo de la provincia. Le quitaron las yuntas y la vida. El recuerdo de los suyos nunca se perdió. Su nombre y su pueblo también están aquí.
El tiempo y la escarcha de esta mañana se va yendo, bajo el sol de noviembre.
Más allá, el paredón
Muchos de los aquí recordados cayeron bajo el pelotón de fusilamiento en el otro lateral del cementerio, en lo que fue «cementerio civil» durante siglo y medio. Allí, los acribillaron de un lado y otro de la pared; a los ajusticiados en el exterior los pasaban por un pequeño portillo, para arrojarlos a la fosa. Aún quedan tres por exhumar y más de 200 cadáveres por identificar y recuperar por aquellos de sus descendientes que quieran darles otra sepultura.
En este lugar no es difícil recuperar el espanto de aquellos años, con un régimen político salido de la contienda que asumía abiertamente lo que estaba haciendo, lo determinaba mediante sentencias militares y lo anotaba con letra pulcra en los registros. Así durante años.
Bajo tierra quedan los muertos y en el paredón, los agujeros de las balas, para quien los quiera ver. A la entrada del cementerio hay otro enterramiento colectivo, dedicado «a los caídos por Dios y por España» entre 1936 y 1939. Todos en Guadalajara, de distinto modo.
El acto oficial de inauguración del Memorial
A las cuatro de la tarde del 5 de noviembre de 2021 citó el Ayuntamiento para el acto oficial de inauguración del Memorial. «Hoy saldamos una deuda histórica y no lo hacemos desde el rencor, sino desde el respeto a quienes fueron asesinados durante la dictadura franquista», aseguró Alberto Rojo, actual alcalde de Guadalajara, en su intervención. «Hoy es un día para el recuerdo y la reparación; un día para acabar con una deuda histórica con las víctimas de la dictadura franquista en nuestra ciudad, en el conjunto de la provincia, y como este gesto es universal, en el conjunto del país».
La Agrupación de Familiares de las Víctimas estaba representada por Conchi de Luz y el Foro de la Memoria, por Xulio García.
Rojo se ha dirigido a Conchi de Luz para recordar en voz alta «cuantísimos años reclamando comprensión y humanidad hacia las víctimas y sus familias. Cuantísimos años de indecencia de quienes os hicieron perder incluso las ayudas estatales con las que pretendíais levantar aquí un memorial, no concediendo algo tan simple como una licencia de obra. O cobrando una tasa por recuperar los cuerpos de las víctimas».
El alcalde ha finalizado su intervención pidiendo perdón “por llegar tarde, pero el Ayuntamiento de Guadalajara, ha llegado”. Alberto Rojo ha depositado a los pies del monumento un ramo de flores en nombre del Ayuntamiento y en representación de la ciudad. A continuación, le han seguido el presidente de la Diputación Provincial, José Luis Vega; la subdelegada de Gobierno, Mercedes Gómez; el consejero de Desarrollo Sostenible, José Luis Escudero; la concejala de Memoria Democrática, Lucia de Luz; Concepción de Luz y Xulio García.
Al acto han asistido, además, la portavoz del Partido Socialista en el Ayuntamiento de Guadalajara, Sara Simón; los portavoces de Unidas Podemos, José Morales y de Aike, Jorge Riendas; representantes de la Corporación Municipal; diputadas y diputados provinciales y regionales; Emilia Cañadas, presidenta de honor del Foro por la Memoria de Guadalajara y Pedro García, presidente; Javier Morales y Paco Sánchez, secretarios generales de CC.OO y UGT, respectivamente, en la provincia; y representantes de otros partidos y formaciones como el Partido Comunista de Guadalajara. El acto ha estado conducido por la actriz Amparo Climent.