Manejo, alimentación, ordeño o reproducción de ganado son algunas de las principales materias que van a centrar los 13 cursos de la Escuela de Pastores de Castilla-La Mancha, que va a echar a andar a finales de primavera y con la que se pretende profesionalizar el sector y garantizar el relevo generacional.
Así lo ha indicado el viceconsejero de Medio Rural, Agapito Portillo, que, en declaraciones a Europa Press para LA CRÓNICA, ha explicado que esta iniciativa responde a la demanda de muchos ganaderos de ovino y caprino de leche que necesitan mano de obra «con cierto conocimiento» para sus explotaciones y no la encuentran, o bien porque no hay personal cualificado o porque el que hay se da cuenta de que ese tipo de trabajo no le gusta.
Esta escuela de pastores, incluida en el Plan Estratégico de apoyo al Queso Manchego, echa a andar de la mano del Consejo Regulador de la Denominación de Origen (CRDO) Queso Manchego y de la Asociación de Criadores de Ganado Ovino Selecto de Raza Manchega (Agrama), con el objetivo de sacar mejor rendimiento a los animales y de que estos reciban un trato más adecuado.
Por ello, el primero de los cursos se va impartir en la finca La Nava de (Valdepeñas) ligada al Centro Regional de Selección y Reproducción Animal (Cersyra), donde está ubicado el rebaño nacional de ovino manchego, que alberga los mejores ejemplares. En esta nave, de nueva construcción, se trabajará con cuestiones relacionadas con su productividad.
Esta primera acción formativa, cuyo plazo de solicitud «está a punto de abrirse», según ha señalado el viceconsejero de Medio Rural, estará focalizada en la oveja manchega, y pretende mejorar tanto su sistema de alimentación como de reproducción, que tiene que ser dirigido.
«Las parideras se concentran en determinada época del año para que todas las ovejas por lotes puedan dar leche a la vez y así tener una producción suficiente de leche para suministrar a las queserías, para que sea una actividad económica rentable».
Por todas las provincias de Castilla-La Mancha
El resto de los 12 cursos recorrerán el resto de provincias, en función de la demanda de formación que haya en cada una de ellas. Pese a que tendrán contenidos semejantes, centrados en el manejo, alimentación, ordeño y reproducción, ofrecerán formación adaptada a cada tipo de ganado. «Por ejemplo, en el caso de Guadalajara podrá estar más enfocado al sector cárnico, porque casi no hay explotaciones lácteas», ha detallado Portillo.
Consciente de que la demanda no va a ser homogénea, pues habrá zonas de la región donde estas acciones formativas serán más solicitadas, Portillo ha asegurado, no obstante, que esta escuela de pastores ha generado «muchas expectativas» entre los ganaderos y el sector.
«La idea es que cada curso, que será de unas 25 horas, no sobrepase los 15 alumnos. Es importante que la formación sea lo más personalizada posible, para favorecer un aprendizaje y unas prácticas adecuadas. Es preferible hacer más cursos, en caso de que haya mucha demanda, a hacer cursos masivos», ha defendido.
Para su creación, el Gobierno castellanomanchego se ha fijado en las escuelas que ya funcionan en otras comunidades y que presentan diferentes modelos, siendo el andaluz el más parejo al regional.
«El modelo de referencia puede ser el de Andalucía, que ha sido bastante exitoso y también es itinerante. Está también el del País Vasco, que difiere mucho del sistema de Castilla-La Mancha, pues está centrado en pequeñas ganaderías, de poco censo, ligadas al turismo rural», ha explicado.
En defensa del queso manchego
En otro orden de cosas, y sobre el déficit de producción del que alerta el Patronato de la Fundación CRDO Queso Manchego, el viceconsejero de Desarrollo Rural ha admitido la necesidad de garantizar el equilibrio en la cadena de este producto, buque insignia de los productos agroalimentarios de la región junto con el vino.
«Es muy importante mantener un número suficiente de ganaderos, de mano de obra y de ovejas para que el queso manchego no muera de éxito», ha apuntado Portillo, que considera preciso equilibrar oferta y demanda para que el precio de este producto, pese a ser ‘gourmet’, no sea excesivo y deje de competir en el mercado internacional con otros quesos.
«La escasez no puede provocar que el precio se dispare y deje de ser tan demandado. Por ello, los esfuerzos de la Consejería, de la Denominación de Origen, de la IGP Cordero Manchego o de la Asociación de Criadores de Ganado Ovino Selecto de Raza Manchega es que se garantice ese relevo generación, que haya gente que quiera trabajar en este sector y que vea que es rentable. Si no, podríamos entrar en la contradicción de que haya más demanda que oferta y se produjera un desequilibrio en los canales comerciales», ha alertado.
Para solventar los retos de este producto, el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida Queso Manchego y la Consejería han puesto en marcha un plan estratégico, que busca una mayor incorporación de ganaderos de ovino manchego con el fin de garantizar el relevo generacional.
Para ello, en las próximas convocatorias regionales de ayudas a la incorporación de chicos y chicas y de planes de mejora de explotaciones de jóvenes, se van a priorizar los proyectos emprendidos con esta raza autóctona de la región, que produce la leche necesaria para la elaboración del queso.