La tradición se enciende de nuevo en Horche con las Hogueras a la Inmaculada Concepción, declarada como Fiesta de Interés Turístico Provincial, que regresa después de tres años de ausencia debido a la pandemia mundial.
Será este miércoles 7 de diciembre a partir de las 21.00 horas cuando la noche de Horche se convierta en fuego y luz, en humo purificador, en bollos y vino, en reencuentro y comunidad, ha informado el Ayuntamiento en un comunicado.
«Pocas costumbres tienen más arraigo en nuestra localidad que las Hogueras de la Purísima», ha explicado el alcalde, Juan Manuel Moral, sobre una tradición que cuenta con más de 350 años de historia y que, desde la década de los noventa, también está considerada como Fiesta de Interés Turístico Provincial.
«Es la noche en la que toda la gente de Horche nos echamos a la calle para compartir, entre nosotros y también con las personas que nos visitan. Porque todos los días del año son buenos para visitarnos, pero, si solamente puedes elegir uno, sin duda la noche de las hogueras es el mejor momento», ha apuntado.
No en vano, los horchanos aman esta tradición que se remonta hasta 1630, cuando en la localidad se construyó ya una capilla en honor a la Inmaculada Concepción de María (y, sobre todo, hacia 1670, el año de la fundación de la Cofradía de la Esclavitud de la Purísima, que en sus normas ya recogía «encender luminarias la víspera de la fiesta de la toda hermosa», así como su organización, ya que son doce «esclavos» los que encienden los fuegos, siendo de tamaño más grande el del «esclavo mayor».
Pasada la medianoche
De hecho, la Hermandad de la Inmaculada Concepción, que tuvo a don Pedro Ibero Eraso como primer Hermano Mayor, continua en la actualidad constituida por doce hermanos, cargo que pasa de forma hereditaria de padres a hijos, si bien es una decisión que debe ser sometida a votación secreta por parte de los hermanos.
Esos mismos doce hermanos están presentes, también según manda la tradición, cuando la noche se hace día y Horche, ya el 8 de diciembre, se cita en la Santa Misa que se desarrolla en la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción.
Pero eso no sucede sin que antes se haya celebrado una noche eterna, con hogueras a lo largo de todo Horche, enfrente de la casa de cada uno de esos hermanos, como símbolo de las doce estrellas que rodean la corona de la imagen de la Inmaculada Concepción.
Y, especialmente, con centenares de horchanos desplazándose de hoguera en hoguera, saltando sobre las llamas al grito de ‘Viva la Purísima’, purificando su cuerpo y su alma, limpiando sus pecados, y bendecidos por poder compartir con sus familiares y amigos, una Navidad más, las sardinas que se asan alrededor de las hogueras.