Echa cuentas del precio de la gasolina de coche, cuánto te cuesta llenar el depósito y lo que eso te supone para acercarte a cualquier ciudad española en tus escapadas de fin de semana. Poco más o menos, es eso lo que necesitas para cruzar el Mediterráneo de punta a punta y plantarte en Israel. Ahora lo vas a poder hacer, con toda comodidad, gracias a la ruta más reciente de Iberia Express, que incorpora desde el próximo domingo, 26 de marzo, Tel Aviv a la treintena de sus destinos nacionales e internacionales. Lo hace, además, con dos frecuencias diarias desde Barajas y a unos precios que, según lo consultado por LA CRÓNICA, comienzan en 130 euros por vuelo. ¿Quién echa de menos así darse una paliza de kilómetros, caros kilómetros, al volante de un coche?
Para saber lo que podemos encontrarnos allí, este diario ha tenido la gran suerte de contar con una cicerone excepcional, que es Dolores Pérez Frías, la directora de la Oficina Nacional Israelí de Turismo para España y Portugal. De la charla y de sus consejos podrán tomar buena cuenta los viajeros que hasta allá se desplacen, incluso antes de hacerlo:
- • Para muchos, Israel ha pasado siempre como un destino de turismo religioso y en grupo o, si acaso, una opción para mochileros más intrépidos. ¿La llegada del vuelo de directo Madrid-Tel Aviv con Iberia Express fomentará las escapadas de fin de semana?
- – Con esta nueva opción, el pasajero va a reservar su asiento tranquilamente y en cuatro horas y media va a llegar al aeropuerto de Tel Aviv-Ben Gurion. Una vez aterrice, puede elegir irse directamente a Jerusalén o a Tel Aviv. Creo que lo más inteligente es combinar las dos ciudades. Se puede hacer base en una de ellas, eso queda a criterio de cada cual. Si lo que se prefiere playa y mar, ahí está Tel Aviv; si apetece un clima más parecido al de la Meseta, Jerusalén.
• Te bajas del avión y luego, ¿qué? ¿Al volante?
- – Realmente, es muy fácil desplazarse. Cuando uno llega allí, puedes comprarte una tarjeta de transporte, para moverte por tu cuenta, tanto en transporte urbano como interurbano. Vas cargando la tarjeta con lo que más o menos calculas que te puede costar el trayecto y los precios son realmente asequibles. A eso se unen, además, las distancias. Para hacernos una idea: del aeropuerto a Jerusalén se tardan 30 minutos y de Tel Aviv a Jerusalén, 37. De verdad, recomiendo el transporte público, no es necesario el alquiler de vehículo particular. Hay una opción más, que es el transporte colectivo a Jerusalén, el sherut, una minivan que compartes con un máximo de ocho o diez pasajeros. Para Tel Aviv, vale perfectamente con un taxi normal.
• ¿Problemas para ir a Belén, por ejemplo, que está en Palestina?
- – Ninguno. Llegas con tu pasaporte, pasas un control policial palestino-israelí, un arco detector de metales… y adelante. Una vez dentro, ya es una cuestión de la Autoridad Palestina.
• ¿Qué tipo de alojamiento sugieres para, por ejemplo, una pareja que va a pasar tres o cuatro días?
- – Cuatro días mínimo si lo que quieres es conocer una de las dos ciudades. Aunque, si hay que apurar algo más el tiempo, también da de sí, por ejemplo, de un jueves a un domingo y combinar las dos.
Sin duda, les propondría alquilar un pequeño hotel boutique o un apartamento. Y si es estamos hablando de Tel Aviv, que el apartamento esté en alguno de los muchos edificios de estilo Bauhaus, hay más de 4.000 y están protegidos por la Unesco. Están plenamente adaptados al Mediterráneo, con sus jardines, y puedes disfrutar mucho de este entorno.
• ¿Descartamos que alguien se desplace a Tel Aviv para tumbarse en la playa?
- – ¡No, desde luego que no se puede descartar! (replica divertida, en este punto, Dolores Pérez). La playa es el lugar de encuentro de los israelíes. Además, cada playa tiene una temática. Está la playa a la que va la gente con los perros, la playa en la que se tocan los tambores, la playa en la que juegan a las palas, la playa familiar, la de los deportes acuáticos, la playa LGTBI… Además, es bueno subrayar que cuatro de las playas son accesibles.
• ¿Y algunos consejos gastronómicos?
- – Tel Aviv es una de las mejores ciudades veganas del mundo. Las cooperativas agrícolas, los kibbutzim, lo ponen muy fácil. A eso ayuda también que la gastronomía propia del pueblo judío está muy basada en vegetales, legumbres… y siempre de producción local.
Tenemos una gran calidad de vinos, con cinco denominaciones de origen. Atención, eso sí, a los precios, porque la producción es pequeña, nada comparable a la de España. Los israelíes están acostumbrados a beber por copas, así que eso también lo podemos tener en cuenta.
Hay una gran cultura alrededor del café. Y no podemos olvidarnos de los puestos callejeros, que son un no parar. Quizá sea preferible hacer el desayuno israelí, que es una comida consistente y con gran variedad de productos, con lo que luego sólo tienes que hacer una paradita en un puesto, mientras haces tus visitas. Para cenar, a las siete y media ya es buena hora. Es curioso que en Israel no hay locales con estrellas Michelin, pero los mismos chefs sí tienen sus otros locales en Europa; esos sí, con estrella.
• ¿Alguna época del año que sea ideal?
- – Para mí, la mejor época es la primavera, con días ya más largos que en invierno.
Una primavera que puede ser larga y que está a punto de empezar.