El presidente de la Asociación de Agricultores y Ganaderos de Guadalajara (APAG), Juan José Laso, cree que con la humedad que hay en el campo por las últimas lluvias no es posible que la herramienta que permite conocer los posibles riesgos de incendios –conocida como Índice de Propagación Potencial de Incendios (IPP)–, esté dando datos tan altos como los que ofrece, una preocupación que este mismo martes ha hecho llegar al consejero de Desarrollo Sostenible, José Luis Escudero, para pedirle que la revisen «por si hubiera algún error».
Ahora que está el campo verde y que todavía hay humedad por las últimas lluvias, «no puede ser muy alto» el IPP ya que «lo verde no arde», de ahí que en la mañana del martes el presidente de APAG se lo haya planteado al consejero y, según ha explicado a Europa Press para LA CRÓNICA, le hayan respondido que «lo van a mirar».
«Creo que tiene que haber un error», ha abundado preocupado Laso, insistiendo en que «no pueden salir los IPP tan altos» de acuerdo la humedad que tienen los campos en la provincia.
Las cosechadoras, pendientes
El IPP es una herramienta que mide cada día el riesgo de incendios; cada jornada debe ser consultada por los agricultores ya que determina si hay riesgo extremo o alto y si, por tanto, deben parar de cosechar todo el día o hacerlo desde las 15.00 a las 18.00 horas; el resultado se ofrece por municipios.
Desde APAG entienden que si el riesgo es extremo tengan que parar, pero su presidente no alcanza a comprender cómo es posible que el IPP de riesgo algo en municipios en los que el campo todavía está con mucha humedad, lo que a su vez está generando «problemas» a la hora de cosechar.
«Ha habido varios días con un IPP muy alto, cosa que no entendemos muy bien. Creo que hay que hacerlos mejor y de acuerdo a las condiciones que hay en este momento en la provincia», ha subrayado, insistiendo en que con vegetación y la humedad que tiene la tierra ahora no es posible que este índice de propagación sea tan alto, de ahí que crea que haya que revisarlo.
«Si las condiciones del campo son peligrosas, los agricultores asumen tener que parar, pero ahora mismo no es así», ha abundado, haciendo también referencia al problema añadido que está suponiendo a la hora de cosechar la maleza que hay porque la máquina saca los granos tiznados de verde y con residuos. «Estamos en una situación que si ya era mala, igual se convierte en malísima», ha incidido.
Así, si bien la cosecha de este año va a ser mala, también se está viendo retrasada por las lluvias, especialmente en la comarca de Molina de Aragón, donde no prevén cosechar hasta agosto, según el presidente de APAG.
Desde la Consejería de Desarrollo Sostenible han confirmado a Europa Press que existe diálogo «directo y abierto» con las principales organizaciones agrarias para consensuar con ellos cualquier medida dentro de las competencias de su departamento.