La teniente coronel Cristina Moreno se ha convertido este lunes, 27 de septiembre de 2021, en la segunda mujer que ostenta la Jefatura de una Comandancia de la Guardia Civil al asumir el mando en Guadalajara. Le ganó, por poco, la jefa de la Comandancia de Teruel. Ella, que con razón se considera guadalajareña tras su anterior etapa en las dependencias de la Avenida de Castilla, en su toma de posesión ha hecho dos firmes alegatos: uno, en defensa de la España vaciada con la Benemérita como agente vertebrador; el otro, incluso con más firmeza, sobre el papel de la mujer, tanto en el cuerpo como en la sociedad. «Las mujeres podemos tenerlo todo, pero no al mismo tiempo» ha reflexionado, tras una mención a su propia maternidad y en presencia de sus dos hijos.
La teniente coronel ha enumerado los retos que asume en su nuevo puesto. Así, la reapertura del cuartel de Cabanillas del Campo, 94 años después de su cierre, llegará junto con el traslado de la Oficina de Recepción de denuncias desde la capital provincial, «un pequeño gran paso», que ya había dejado encaminado su predecesor, el coronel Segura.
Mejorar la lucha contra los delitos informáticos
Otro de los retos para la nueva responsable de la Benemérita en Guadalajara es conseguir mejores medios para el departamento de delitos telemáticos. También ha citado el impulso a la formación de agentes piloto de drones, que despliegan su trabajo a los largo de los 288 municipios de la provincia colaborando en labores tan distintas como búsqueda de personas desaparecidas, mantenimiento del orden público en encierros populares o prevención de incendios.
Una vez jurado su cargo, en su alocución se ha dirigido a las autoridades presentes, entre las que no estaba el presidente de la Cortes de Castilla-La Mancha… por más que así lo creyera el ministro Grande-Marlaska, que lo citó en el inicio de su propio discurso.
La teniente coronel Moreno inició su intervención con palabras de cariño a sus dos hijos, cuya generosidad ha permitido, según subrayó, que pudiera centrarse en su carrera y, en estos últimos meses, aceptar este nuevo nombramiento.
Una trayectoria iniciada en 1993
Ha repasado los «honores y privilegios» de su carrera desde que ingresara en la academia militar de Zaragoza en 1993 con 19 años. Desde entonces, ha reconocido haber pasado por episodios de «rechazo e incomprensión». «En un grupo, lo distinto a la mayoría se rechaza», ha lamentado.
Así, ha puesto el acento en que se ha visto sometida, por ejemplo, a una «exigencia física igual que los varones» en pruebas que la colocaron en la mitad de la tabla de su promoción «pese a unos buenos resultados». «Pero antes la igualdad era eso, tratarnos por igual».
Tras 28 años, 23 de ellos en activo, asegura haber servido a toda España «con honor, orgullo y felicidad» desde sus múltiples destinos, desde La Coruña hasta Guadalajara pasando por Valdemoro.
«Asumo el mando de esta gran provincia, cinco comarcas (sic), 12.000 kilómetros cuadrados, 288 municipios y un 66% de la población residiendo en demarcación de Guardia Civil», ha apuntado.
Para Moreno, el reto demográfico es otro de sus retos, «una España vaciada que produce tristeza, que es la agraria, la del campo, la ganadera, la que en los peores momentos surtió de lo más básico».
«La España rural, donde pueden faltar médicos, párrocos, pero nunca la Guardia Civil», ha asegurado. Ahora, con casi 700 agentes a su cargo, espera «estar a la altura». «Somos servidores públicos, nos debemos al cliente más exigente, a nuestros ciudadanos», ha rematado.