El director general de Recursos Humanos del Sescam, Iñigo Cortázar, ha estimado que no será hasta finales de este mes de septiembre u octubre cuando los pacientes de Castilla-La Mancha empezarán a percibir «de manera intensa y efectiva» la reducción del número de tarjetas sanitarias de los profesionales de la Atención Primaria. Es esta una reivindicación profesional desde hace décadas, que incide directamente en la posibilidad de atender adecuadamente a los pacientes por parte de los médicos de familia.
Emiliano García-Page ya avanzó días pasados que a partir del próximo 20 de septiembre Castilla-La Mancha va a ser la única región del país en la que ningún profesional del servicio de Atención Primaria, médico, enfermería o pediatría tenga más de 2.000 tarjetas sanitarias asignadas.
La media, 1.347 pacientes por facultativo
En realidad, esta medida no tendría que ser tan difícil de cumplir ni tan complicada de exigir. Hace pocos meses, durante un acto público en Cabanillas del Campo para anunciar un futuro centro de salud, el consejero de Sanidad ya alardeó de que Castilla-La Mancha se encuentra por debajo de la media nacional en el cupo de tarjetas sanitarias que atienden los profesionales de Atención Primaria. La media, en diciembre de 2020, era de 1.347 tarjetas sanitarias por facultativo.
Ese mismo dio se facilitó el dato de que la atención primaria genera más de 24 millones de consultas en la región cada año. Una de cada cinco personas que se atienden en Atención Primaria son pacientes crónicos.
El responsable de Recursos Humanos del SESCAM ha detallado ahora que será a lo largo de la semana que viene cuando se comunicará a las gerencias el número de plazas para poder llevar a cabo esa reducción, y éstas empezarán a seleccionar personal.
«Ojalá sea hacia el 21 septiembre, pero hay que captar médicos de familia y no es fácil. Luego viene la distribución por cupos. A lo largo de septiembre y octubre esta medida será percibida de manera intensa y efectiva la por ciudadanía», ha defendido este responsable.