Un asunto menor está dando mucho de sí. El concejal de Urbanismo en el Ayuntamiento de Guadalajara, Alfonso Esteban, ha respondido este martes a las críticas vertidas desde el Gobierno regional por el cierre de la capilla Luis de Lucena y ha aclarado que lo que ha hecho el Consistorio es «suspender» la venta de entradas, las visitas guiadas y la apertura del monumento, que es una actividad que presta esta administración, por el riesgo que puede suponer para las personas el estado de un tabique contiguo.
Esteban, que ha insistido en que, no obstante, la Junta de Comunidades puede hacer «lo que considere oportuno», ha manifestado que las declaraciones vertidas desde la Delegación de Educación en Guadalajara, que advertía que el cierre de esta capilla contravenía la normativa legal sin descartar acudir a los tribunales si no se procedía a su apertura, le produjeron en su momento «muchos sentimientos», entre ellos, el de «enfado», por lo que él entendió como una «falta de respeto a una administración que es el Ayuntamiento».
El «osado» delegado de Cultura
En este sentido, el edil ha insistido en que lo que se ha suspendido es una actividad municipal en un inmueble titularidad del Estado, pero «si otra administración quiere abrir la capilla» a él no se le va a ocurrir impedir a nadie adoptar las decisiones que considere porque «ni se le pasaría por la cabeza».
Le ha sorprendido por ello que desde el Gobierno regional se crean los únicos competentes y ha tachado de «osadas» las declaraciones realizadas por el delegado de Educación, Ángel Fernández-Montes, manifestaciones que, según ha insistido, han «sorprendido» tanto a políticos como a técnicos del Ayuntamiento.
Según este edil, además, dicha suspensión esta basada en un informe de los técnicos municipales que alertan de un «riesgo inminente de desprendimiento» que podría causar daños a los visitantes.
«Cualquier persona en su sano juicio, ante esta situación, lo que tiene que hacer es salvaguardar la seguridad de quien puede ir a visitar la capital», subraya, preguntándose qué ocurriría si pasase algo.
¿Un Ayuntamiento «menor de edad»?
Para este edil, de la máxima confianza de Ana Guarinos, lo que parece claro es que cada vez que la Administración regional habla sobre el Ayuntamiento de Guadalajara la ve como una administración «menor de edad» que requiere «permanentemente la tutela» y que está, además, para «cumplir órdenes» de la Junta de Castilla-La Mancha cuando, en su opinión, lo que parece que no han interiorizado en tantos años de existencia desde esta Comunidad Autónoma es que existe la autonomía local y que los técnicos de la misma son «absolutamente competentes».
Dirigiéndose al delegado de Educación, le ha llamado la atención que, si tanto le preocupa este asunto, ha advertido de que no parece sentir la misma preocupación por el estado en que se encuentra el Fuerte de San Francisco, donde hay un «maravilloso claustro que se está hundiendo» porque el Gobierno regional no actúa, como tampoco lo hace en el resto de los edificios, que están en un estado «lamentable» y «eso si que es competencia suya y obligación de rehabilitar por una sentencia firme».
Esteban se ha preguntado en voz alta si esto no es patrimonio de Guadalajara y si su protección no es asunto del Gobierno regional, sintiendo «bochorno» al ver que estas edificaciones «se están hundiendo» porque la Junta de Comunidades «no ha cumplido con sus obligaciones con la ciudad». «Lo primero es salvaguardar la seguridad de quien pudiera acceder ahí ante los informes que advierten del riesgo inminente», ha abundado.
En esta línea, ha apuntado que, en todo caso, si la Junta no está de acuerdo con la resolución, debe ser ella la que actúe subsidiariamente y no el Ayuntamiento, basándose para ello en los informes de los técnicos municipales. En todo caso, el concejal ha dicho que ya mantienen contactos para llevar a cabo una reunión con el fin de ver cómo se aborda este asunto.