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30 octubre 2024
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Alarma ante lo que se avecina en las aulas de Bachillerato y ESO el próximo curso

Ha sido el sindicato CSIF el que ha mostrado ya su preocupación por los planes de la Consejería de Educación, que se estaría planteando un aumento del número de alumnos y la supresión de líneas, "lo que impedirá mantener la distancia de seguridad en las aulas", según estiman.

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La Consejería de Educación estaría preparando el aumento del número de alumnos por aula en la Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO) y Bachillerato de cara al próximo curso en diversos centros de Castilla-La Mancha. Esta subida de ratios se sumaría a la supresión de líneas, todo lo cual haría imposible mantener la distancia de seguridad de los estudiantes.

Una instrucción remitida el pasado 22 de junio por la Consejería a los centros señalaba la necesidad de mantener una distancia de 1,5 metros en las aulas, además de marcar pautas como 17 alumnos para las aulas de 40 m², 18 para las de 45 m², 22 para las de 50 m², 25 estudiantes para los espacios de 55 m² y 27 alumnos cuando la clase tenga 60 m².

Según destaca el CSIF, la Consejería de Educación mantendrá para el próximo curso las ratios máximas de 25 alumnos en Primaria, 30 en Secundaria y 36 en Bachillerato, además de un posible aumento de un 10 por ciento en caso de escolarizaciones sobrevenidas durante el curso. «Amparándose en estas cifras, la Administración regional está procediendo a fijar estos límites, lo que conllevará un número menor de docentes en una situación que está provocando la indignación de los cuerpos directivos afectados».

Piden 10.000 profesores más

CSIF ya expuso el pasado 25 de junio que es necesaria la contratación de 10.000 docentes más para afrontar con garantías sanitarias el regreso a las aulas, y es que además de que bajar las ratios es una obligación para luchar contra el coronavirus también lo es para apostar por la educación pública de calidad y para combatir la desigualdad social que provocan las clases masificadas.

En cambio, CSIF estima que se va a reducir en más de un 6% el número de docentes de cara al curso 2020-2021, perdiéndose más de 1.000 puestos de trabajo. Ranz apostilla que “la profesionalidad de los docentes ha conseguido que los alumnos de Castilla-La Mancha hayan acabado el presente curso con relativa normalidad, pero la Consejería nos tenía reservada una desagradable sorpresa que contraviene los protocolos sanitarios”.

ANPE también se preocupa

No ha sido la única reacción en el mismo sentido. ANPE considera «insuficiente» el Plan de inicio de curso previsto por la Consejería de Educación, pues «no aborda medidas importantes como la reducción de ratios o la contratación de más profesorado» y, además, «carga la responsabilidad de gestionar dicho inicio de curso a los centros educativos, pero sin dotarlos de los recursos necesarios para hacerlo con las garantías suficientes».

Así, ha exigido a la Consejería de Educación que sea «responsable», ya que tiene la obligación de tomar todas las medidas necesarias para minimizar el riesgo de contagio de profesorado, alumnado y familias, en los centros educativos de la región.

Para ANPE, el documento con las instrucciones de inicio de curso «es insuficiente con meras recomendaciones, cuya ejecución y cumplimiento recaerá en los centros educativos, pasando la responsabilidad a los equipos directivos».

«El objetivo del próximo curso para ANPE debe ser garantizar la enseñanza presencial para todo el alumnado. Para ello será necesario crear un entorno escolar seguro, que dé confianza a la comunidad educativa, con el cumplimiento riguroso de las medidas sanitarias y de distanciamiento social recogidas en el Real Decreto Ley 21/2020, y con la dotación de los espacios, los recursos personales y materiales necesarios y suficientes», ha informado ANPE en nota de prensa.

El sindicato propone diseñar un plan de remodelación de los centros educativos con las reformas estructurales y adaptaciones necesarias que permitan adecuar los espacios para cumplir con las medidas preventivas y excepcionalmente habilitar otros espacios públicos u otras medidas alternativas.

Reforzar y aumentar las plantillas docentes. Las medidas de distanciamiento de seguridad obligan a bajar la ratio realizando los desdobles de los grupos necesarios. Por otro lado, hay que llevar a cabo planes específicos de apoyo y refuerzo educativo con el alumnado que no ha podido realizar un proceso de enseñanza-aprendizaje adecuado del tercer trimestre del curso 2019-20. El profesorado vulnerable ante el covid19 que no se deberá incorporar a los centros educativos y deben ser sustituidos de manera inmediata.

Bajada generalizada de las ratios en todos los niveles educativos, dotar a los centros de enfermeras o enfermeros escolares o establecer un Plan de digitalización de los centros educativos, como complemento a la enseñanza presencial y que permita estar preparado ante un posible confinamiento.

Este plan debe estar basado en tres ejes fundamentales: dotación de medios tecnológicos y de conectividad para el alumnado y el profesorado, formación para alumnado y profesorado y creación de plataformas digitales por parte de las administraciones educativas.

La reapertura de los centros en el mes de septiembre debe producirse en un ambiente de seguridad y confianza, según ANPE, por lo que exige «más inversión y más recursos por la seguridad de toda la comunidad educativa». «Esperamos que no se reproduzca el sentimiento de abandono, cansancio e incertidumbre que han tenido los docentes durante este final de curso escolar y que la Consejería de Educación esté a la altura en estos momentos tan difíciles respaldando a toda la comunidad educativa», ha concluido.