Tras comprobar los expedientes de los informes técnicos sobre los edificios del complejo del Fuerte de San Francisco, desde Aike no entienden que no se hayan tomado medidas para frenar el deterioro de los mismos.
«Mandato tras mandato la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha ha obviado su deber de rehabilitar este complejo en pleno centro», insisten. «Excepto el Espacio Tyce, el resto se está dejando caer. Los informes técnicos realizados son todos desfavorables, todas las edificaciones tienen deficiencias graves o muy graves relacionadas con la estructura, fachadas y medianerías, cubiertas o instalaciones», explica Susana Martínez.
En marzo de 2021 se remitieron a la Consejería de Fomento cinco Informes de Evaluación de Edificios con resultado «desfavorable, con deficiencias graves o muy graves», lo que implica la obligación para la Junta de subsanar las deficiencias descritas en dichos informes. La respuesta de la administración regional fue pedir los datos de ocupación de los inmuebles, la paralización de la actividad, el desalojo de los edificios y, por último, la definición de usos futuros para los mismos.
«La Junta se escuda en que el Ayuntamiento no ha definido los usos para los inmuebles, algo que este equipo de Gobierno no ha sido capaz de hacer a lo largo de la legislatura. La falta de definición y de ideas es la excusa perfecta para que la Junta siga sin invertir un euro en la rehabilitación del Fuerte, que sigue esperando su turno, con los edificios cada día más cerca del desplome y de convertirse en más solares en una ciudad que ya tiene de sobra», relata Jorge Riendas.
«Otro paso previo importante para que la rehabilitación del Fuerte sea una realidad es la paralización de las actividades que se vienen desarrollando en los edificios afectados. A día de hoy, a pesar de la situación irregular y las graves deficiencias técnicas detectadas, hay naves que siguen usándose como almacenes municipales, sedes de asociaciones o lugares de trabajo de empresas. Desocuparlas también es una gestión imprescindible que el Ayuntamiento debe realizar si queremos avanzar en la rehabilitación y futuro del Fuerte», plantea Martínez.
Biblioteca y otros usos, anunciados hace dos años
Hace casi dos años, en mayo de 2021, el Ayuntamiento de Guadalajara y la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha comparecieron juntos para anunciar el inicio de la rehabilitación de las naves del Fuerte de San Francisco, con una definición de nuevos usos que afectaba entonces a dos naves: la de Forja (parcela ZE-1) y la de Talleres (parcela E5), destinadas a ser una biblioteca municipal, sede principal de la red en la ciudad, y las nuevas escuelas municipales para danza, piano, esmalte, arcilla, forja o textil que se imparten ahora en el Palacio de La Cotilla y en otros lugares, como el TYCE.
El alcalde de la ciudad, Alberto Rojo, acompañado por el primer teniente de alcalde, Rafael Pérez Borda, y el consejero de Fomento, Nacho Hernando, fueron los encargados ese día de dar cuenta de los proyectos.
Alberto Rojo aseguró en aquel acto que la rehabilitación del Fuerte «es uno de los proyectos más importantes para la ciudad, a la altura del hospital o del nuevo campus universitario» y supone, subrayaba, «la creación de un auténtico corazón cultural y de ocio para la ciudad; un corazón para la juventud, que sale adelante gracias a la cooperación entre dos administraciones que hacen que el Fuerte deje de ser un espacio para la confrontación para convertirse en un espacio para la cultura».
Después de que la Junta de Gobierno Local aprobase la definición de estos nuevos usos para esas dos naves, la Junta de Castilla-La Mancha quedaba encargada de licitar el concurso para la redacción de los dos proyectos, de los que no ha vuelto a haber noticia. Para el encargo se disponía de un dilatado plazo de 15 meses para presentar el documento, según la convocatoria que al final se publicó en agosto de 2021 y para la que desde Toledo estaban a dispuestos a pagar 120.000 euros.
La intención, según las previsiones hechas públicas por el propio alcalde de Guadalajara, eran que las obras se iniciaran en el 2022 y que para el 2023 se pudiera contar con estos nuevos espacios.
Una biblioteca municipal «central» y otras en los barrios
El alcalde detallaba en ese mayo de 2021 que uno de los primeros espacios cuya rehabilitación empezaba entonces es el que ocupa la antigua nave de forja, donde la Junta construirá una biblioteca municipal, que será el corazón de una red de bibliotecas en distintos barrios de la ciudad.
«Será un gran y luminoso espacio. Un gran fondo bibliotecario con salas de lectura y estudio, pero también una biblioteca con terrazas y espacios al aire libre que ofrecerán grandes oportunidades, cuyos detalles técnicos conoceremos pronto», avanzaba Rojo.
Esta nueva biblioteca contará con un fondo documental de 50.000 volúmenes y se creará en un inmueble de 1898, lo que entonces fue el Taller de Forja y de Fundición, que formó parte de un conjunto de construcciones representativas de la arquitectura de vanguardia del último tercio del siglo XIX, precursora de importantes referencias europeas.
