El Real Balneario de Carlos III y el Complejo Turístico El Colvillo, instalaciones ambas ubicadas en la localidad alcarreña de Trillo, han reabierto sus puertas al público este viernes, 26 de junio. Lo han hecho tras un periodo de apertura “a medio gas” al haberse considerado Establecimientos Sensibles de Guardia y haber alojado a los empleados que han tomado parte en la Recarga de Combustible de la Central Nuclear de Trillo, desarrollada desde el pasado 18 de mayo y hasta el 18 de este mismo mes.
La apertura se ha producido de forma paulatina y tras aplicar todos los protocolos y medidas de seguridad establecidos por la autoridad sanitaria en ese momento, en plena desescalada, preparando así la llegada del público, que también está teniendo lugar de forma escalonada.
“Se han creado todos los procedimientos y se han cumplido todas las recomendaciones dictadas para hacer de nuestros establecimientos, unos espacios seguros. Nuestra máxima prioridad es conseguir que los clientes se sientan seguros y puedan disfrutar nuevamente de la amplia variedad de servicios que les podemos ofrecer; de hecho, nosotros ya empezamos con esta tarea hace unas semanas con motivo del alojamiento de clientes aún en Estado de Alarma”, detalla el nuevo gerente de Trillo Gestión Municipal, Miguel Rello.
“Afrontamos esta nueva etapa con confianza y estamos seguros de conseguir una buena reapertura y una buena ocupación este verano”, termina el gerente, relativamente optimista ante la nueva situación.
Nuevos proyectos
Además, la reapertura se produce con nuevos proyectos ya muy avanzados. En el Real Balneario y en virtud de una colaboración con la guía turística local Miriam Batanero (dePaseo Visitas Culturales), sus clientes así como cualquier otro visitante externo podrán disfrutar desde el próximo sábado 4 de julio de unas visitas guiadas por el entorno del hotel, donde podrán recorrer las antiguas termas, los restos de los antiguos edificios y adentrarse en el pasado de uno de los pocos balnearios históricos y reales que quedan en nuestro país. “La idea es que la gente conozca los orígenes del Balneario y su evolución en el tiempo, hasta el día de hoy”, señala la propia Miriam Batanero, que se convertirá en la Señorita Niba para guiar, cada sábado, a todos aquellos interesados en conocer un poco más sobre la historia de los Reales Baños.
En el caso de El Colvillo, el complejo turístico reabre sus puertas también con un nuevo e importante proyecto entre manos: la puesta en marcha de Trillo Aventura, una empresa especializada en turismo activo, multiaventura y de naturaleza. De la mano de Rubén Martínez, deportista y empresario especializado en el sector (Multiaventura Buendía), tanto los huéspedes del camping como cualquier otro visitante o local podrán disfrutar de deportes como el piragüismo o el padel surf en el río Tajo, el barranquismo, el rafting, rutas en bicicleta, batallas de paintball y otras divertidas actividades pensadas para disfrutar a partes iguales del deporte y la naturaleza. Con sede principal en El Colvillo, Trillo Aventura llega para ampliar la oferta de actividades en el camping y con la idea de incrementar el atractivo turístico del complejo.
“Teníamos claro que El Colvillo necesitaba una apuesta así, una oferta de este tipo de actividades que complemente la estancia en el camping o en los apartamentos rurales, atrayendo a mucho más público. Con Trillo Aventura creemos que El Colvillo ahora sí que lo tiene todo para disfrutar de una escapada rural de naturaleza, aventura y descanso”, explica el concejal de Turismo y Deporte en el Ayuntamiento de Trillo, Hugo Pérez.
“Esperamos que el público lo vea de esta misma manera y venga a disfrutar de nuestro precioso entorno incluso este mismo verano, a pesar de las normas y restricciones vigentes, pues precisamente el turismo rural permite que se puedan cumplir perfectamente las medidas de distanciamiento y seguridad”, termina el concejal.
Los últimos meses, un reto superado
Apenas un mes después de superar el bache del pequeño incendio que obligó a cerrar el Real Balneario de Carlos III durante prácticamente un mes -del 10 de enero al 7 de febrero-, fue la pandemia del COVID-19 la que precipitó, de nuevo y lamentablemente, su cierre al público. De igual forma y tras la aprobación del Decreto del Estado de Alarma, también el Complejo Turístico El Colvillo tuvo que cerrar sus puertas. Como consecuencia, Trillo Gestión Municipal se vio obligado a presentar un ERTE (Expediente de Regulación Temporal de Empleo) por Fuerza Mayor que afectó al 88% de la plantilla. Sólo se pudieron mantener los empleos considerados como servicios mínimos, aquellos necesarios para garantizar tanto la seguridad de los establecimientos como la salud de sus sistemas y equipamientos, muy numerosos y sensibles en el caso del Real Balneario.
Así, durante dos meses completos, desde el 14 de marzo y hasta la segunda semana del mes de mayo, El Colvillo y el Real Balneario de Carlos III permanecieron sin actividad. En este punto, y teniendo en cuenta la necesidad de alojamiento propiciada por el inicio de la Recarga de Combustible de la Central Nuclear de Trillo, TGM solicitó la autorización para abrir sus instalaciones con la finalidad de alojar a empleados que vinieran a Trillo a prestar sus servicios en la central durante la recarga. Gracias a la autorización de apertura por considerarse Establecimiento Sensible de Guardia, tanto el Real Balneario como El Colvillo pudieron reabrir parte de sus instalaciones, recuperando también a una parte de los empleados que se encontraban en el ERTE.