Fue en la primavera de 2022 cuando LA CRÓNICA anticipó a sus lectores la llegada de Pardo Family a Guadalajara, resolviendo así las dudas de todos los que por allí paseaban en las semanas previas a la inauguración.
Ahora, en agosto de 2024, este diario vuelve a ser quien tiene que dar una noticia sobre ese establecimiento, que acaba de cerrar sus puertas.
En lo que durante décadas fueron las también añoradas «Confecciones Aguilar» y que de forma pasajera fue la cafetería «Bertiz» y una aún más fugaz experiencia hostelera de unos promotores locales, Pardo Family aportó un enfoque diferencial al comercio de Guadalajara. Aunque sólo durante algo más de dos años.
Ese comercio era inusual, por muchos motivos. En primer lugar, al ser parte de una pequeña cadena nacida hace medio siglo en la localidad santanderina de Suances, donde todavía mantiene sus primeros locales. Desde hace años tuvo abierta una céntrica tienda en Madrid, también cerrada.
En segundo lugar, por la peculiar panoplia de productos que ofrecía, con una mezcla de artículos de confección, artículos para el hogar, material de papelería y sobre todo, muchos «caprichos», con la esperanza de que el que entre saliera siempre con algo.
Casi nunca hubo aglomeraciones en el interior, aunque sus escaparates llamaban siempre la atención. Tanto, que en su primera Navidad alcarreña, ya fue reconocida su decoración exterior con un premio.