El Ayuntamiento de El Recuenco, entre Peralveche y Villanueva de Alcorón, junto con el Ayuntamiento de El Pozuelo (Cuenca), han resultado beneficiarios de un nuevo proyecto con ayudas públicas, destinado en en esta ocasión a innovación en materia de gestión forestal.
Le han llamado Ecosistema Lab: gestión forestal para la transformación económica y social. Según la alambicada terminología que se usa en estos casos, se trataría de una ayuda para la «financiación de proyectos promovidos por entidades locales para la innovación territorial y la reactivación de la actividad socioeconómica y la lucha contra la despoblación», del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.
Del alcance del proyecto da idea su presupuestos, que es de 86.293 euros, de los cuales 68.215 serán sufragados por el Estado.
En concreto, lo más inmediato será la recogida de leña para los vecinos, evitando a los de más edad esta tarea.
En segundo lugar, se comprometen a una «restauración micológica», mediante «tratamientos de fertilización micológica ecológica para la mejora de zonas de aprovechamiento y crecimiento de setales, la clasificación y separación de rodales para hacer una optimización de especies implantadas, partiendo de un inventario previo y el fomento de la microbiota del suelo y preservación de especies micológicas en peligro de extinción, haciendo frente a los efectos del cambio climático».
Y, por último, un críptico «estudio de valoración de servicios ecosistémicos y la aplicación del reciente Reglamento de la Unión Europea de Taxonomía y Finanzas Sostenibles, que pretende ser una palanca a largo plazo para generar nuevos ingresos del sector privado, dando la oportunidad de ser vanguardia en la comercialización de los servicios ecosistémicos, como la biodiversidad, la captación de CO2 atmosférico o el agua».
Con innegable ambición, desde el Ayuntamiento de El Recuenco se asegura que el objetivo de este proyecto «es la lucha contra la despoblación mediante la generación de empleo verde y fomentando el desarrollo rural, la conservación de la biodiversidad y la gestión sostenible de recursos forestales. Además, busca prevenir incendios forestales y conseguir un ecosistema más resiliente, adaptando el modelo productivo y de gestión al cambio climático mediante enfoques innovadores».