Según se ha conocido este martes, la intervención de unos viandantes y los consejos dados desde el 091 han sido decisivos para salvar la vida de un bebé, que se ahogaba en una calle de Guadalajara. LA CRÓNICA ha podido confirmar que se trataba de un recién nacido, de pocas semanas, el que se vio en tan comprometida situación.
Fue una mujer, que presenciaba la dramática escena, la que llamó al 091 para alertar de lo que estaba ocurriendo el pasado jueves: una madre pedía ayuda a gritos porque su bebé se estaba ahogando.
Según detallan desde la Comisaría de Guadalajara, todo ocurrió sobre las nueve y diez de la mañana del pasado 9 de junio, en las proximidades del colegio Ocejón.
Varios días ingresado en el Hospital de Guadalajara
La policía que recibió la llamada comunicó estos hechos a las patrullas que estaban de servicio para que acudiesen en su auxilio a la mayor brevedad posible. La agente también dio instrucciones a la comunicante para que practicase al bebé las posible maniobra de reanimación. Otras dos personas que se encontraban en el lugar también colaboraron en la reanimación del bebé.
Según reconocen fuentes policiales, a los pocos segundos esos esfuerzos dieron resultado y el pequeño rompía a llorar. Las patrullas que acudieron en su auxilio pudieron comprobar que el peligro ya había pasado y permanecieron en el lugar hasta la llegada de la UVI móvil que trasladó a la criatura al hospital.
El bebé, tras pasar unos días ingresado, ha sido dado de alta y se encuentra junto a su madre, fuera de peligro.
¿Cómo reaccionar cuando un bebé se ahoga?
Para los casos de un atragantamiento de un bebé, la manipulación aconsejada es radicalmente distinta de la que se aplica en niños o adultos:
- Se coloca el bebé boca abajo, apoyado en el antebrazo o muslo del adulto en forma transversal.
- Con la misma mano se sostiene su cabeza y se sujeta su mandíbula.
- Con la otra mano se dan 5 palmadas entre los dos omoplatos, con una vía de escape lateral, evitando golpear la cabeza.
- A continuación, se gira al bebé con mucho cuidado sujetando su cabeza.
- Si el bebé no reacciona, el adulto debe colocarle dos o tres dedos (preferiblemente el dedo índice y corazón) debajo de la línea del pezón y realizar 5 compresiones lentas y profundas en el centro del esternón.
- Esta maniobra debe alternarse hasta que se produzca la desobstrucción del objeto.
¿Qué es la maniobra de Heimlich?
La maniobra de Heimlich, que es la más conocida para los casos de atoramiento por comida o por la ingestión de algún cuerpo extraño, solo debe usarse cuando la obstrucción de la vía aérea es grave y la vida está en peligro. Si la persona que se asfixia puede hablar, toser con fuerza o respirar adecuadamente, no se requieren intervenciones.
Contraindicaciones
Contraindicaciones absolutas:
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Edad < 1 año (véase Cómo tratar al lactante consciente que se asfixia)
Contraindicaciones relativas:
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Los niños < 20 kg (típicamente < 5 años) deben recibir solo compresiones con presión moderada.
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Las pacientes obesas y las mujeres al final del embarazo deben recibir compresiones torácicas en lugar de abdominales.
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Para los niños < 20 kg (generalmente < 5 años), el rescatador debe arrodillarse a los pies del niño en lugar de pararse sobre ellos.
Compresiones abdominales con la víctima en posición de pie o sentada (consciente)
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Así se realiza la maniobra de Heimlich:
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El rescatador debe pararse directamente detrás de la persona que se asfixia y rodear su tronco con los brazos. Se debe cerrar un puño y colocarlo a mitad de camino entre el ombligo y la apófisis xifoides. Se debe cubrir el puño con la otra mano (véase figura Compresiones abdominales con la víctima en posición de pie o sentada).
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Aplique un impulso firme hacia adentro y hacia arriba tirando con ambos brazos hacia atrás y hacia arriba.
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Repita las compresiones de 6 a 10 veces según sea necesario.
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Continúe hasta que se elimine la obstrucción o sea posible un manejo avanzado de la vía aérea.
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Si la persona pierde el conocimiento, comience la reanimación cardiopulmonar.
La maniobra de Heimlich solo debe usarse cuando la obstrucción de la vía aérea es grave y la vida está en peligro. Si la persona que se asfixia puede hablar, toser con fuerza o respirar adecuadamente, no se requieren intervenciones.