Podemos Castilla-La Mancha ha aprovechado un comunicado de la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (FADSP) para lamentar las listas de espera en la región. Sobre la base de los datos sobre las listas de espera del Sistema Nacional de Salud, los 189 días de media colocan a Castilla-La Mancha en el peor lugar en el tiempo de espera para intervenciones quirúrgicas.
Según la formación morada, los últimos datos demuestran que es necesario «actuar con urgencia» ante la situación de las listas de espera y el «desbordamiento» de la Atención Primaria.
La Secretaria de Servicios Públicos y Políticas Sociales de Podemos en la región, Carmen Fajardo, ha mostrado su preocupación por estos últimos datos publicados y ha considerado «injustificable» que Castilla-La Mancha sea la comunidad autónoma que presenta mayor tiempo de espera para una intervención quirúrgica del país, esos ya citados 189 días. Esto, ha destacado, «sin contar además el tiempo que discurre hasta que una persona consigue entrar en esa misma lista de espera», apostilla.
El SESCAM, atascado ¿desde la pandemia?
Para Fajardo, estos datos «evidencian la situación de saturación y atasco que sufre el Sescam que no se recupera del colapso que supuso la pandemia en sus primeros momentos, situación de deterioro que venía arrastrando desde antes de que el COVID apareciera». Esa afirmación no concuerda con los datos aportados días pasados por LA CRÓNICA: según los listados oficiales, en Guadalajara ya se estaría con menos esperas que antes de marzo de 2020. De ser ciertas esas cifras del SESCAM, el problema de las listas de espera, sobre todo las quirúrgicas en Guadalajara, es estructural y no vinculado al COVID.
El caso de la Atención Primaria
Desde el Área de Sanidad de Podemos Castilla-La Mancha critican duramente el «estado crítico» de la Atención Primaria en la Comunidad. Así, consideran que «no es de recibo que una persona enferma sea sometida a la yincana que tiene que recorrer hasta que consigue, primero, que la deriven a una consulta de especialidades, con su correspondiente lista de espera; después, que le realicen las pruebas diagnósticas, también con listas de espera; luego, vuelta a la consulta para el diagnóstico y, si precisa de una intervención, todavía le quedan, con suerte, unos 189 días de espera».
«Es todo un calvario en algunas especialidades sobrecargadas al máximo, como traumatología», señalan.
Para Podemos, la solución del Gobierno autonómico ante esta situación «no es nueva», ya que, argumentan, «es derivar a clínicas privadas para intentar reducir las listas de espera, esto se lleva haciendo años y años, sin un plan b para poder fortalecer el sistema sanitario público».
Desde la formación morada resaltan además que todo esto se produce ante la «situación límite» de los centros de salud de Castilla-La Mancha que, apuntan, «están totalmente desbordados y tienen que combinar la atención telefónica con la presencial con el mismo personal, que ya era insuficiente antes de la pandemia».
El resultado, consideran, es «una mayor presión asistencial sobre los centros de salud y un mayor tiempo de espera para la atención presencial, lo que a su vez repercute en un aumento de la presión asistencial de la atención especializada y de los servicios de Urgencias».
Finalmente, desde Podemos Castilla-La Mancha reivindican la necesidad de «un gran pacto para reforzar la Atención Primaria que inyecte recursos, tanto humanos como tecnológicos, y garantizar el derecho a la sanidad de todas las personas, vivan donde vivan».