El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, espera que tras las elecciones del 23 de julio se pueda «desterrar todo lo que se pueda el populismo de todo tipo», territorial, social y político, «que creo que está viendo la puerta de salida» y «que se ha incorporado a las fuerzas políticas».
Así lo ha indicado durante su intervención en la clausura de la Asamblea de la Empresa Familiar de Castilla-La Mancha, donde ha mostrado su preocupación por el nivel de «frentismo y crispación» que hay en el país. «Es exagerado y hemos llegado a un punto en que es más importante quién hace las cosas que las cosas que se hacen».
Algo que, bajo su punto de vista, «no puede conducir nunca a nada», ha indicado, para agregar que España va camino de recuperar unos niveles de estabilidad que la política no tiene en estos momentos «porque hasta ahora hay mucha gente que no quiere que le vaya bien al que gobierna porque él no llegaría a gobernar».