Nadie duda que los campos de lavanda más famosos de España son los alcarreños de Brihuega y sus alrededores. Su extensión y, sobre todo, el fenómeno viral que los ha rodeado desde hace años, más las atracciones turísticas organizadas, llevan cada año a muchos miles de personas hasta esta parte de la provincia de Guadalajara.
Con menos extensión pero con toneladas de entusiasmo, en el pueblo burgalés de Caleruega empiezan a acariciar la idea de llevarse parte del pastel de este peculiar turismo lavandero. Algunas publicaciones recomiendan también lugares como los alrededores del toledano El Romeral, Tiedra (Valladolid), Olite (Navarra), El Pobo (Teruel), Moratalla (Murcia) y alguna poblaciones de Cataluña.
Como destacaba la prensa local burgalesa la pasada temporada, en Caleruega han alcanzado ya las 200 hectáreas plantadas, lo cual ya está siendo reclamo para los fotógrafos aficionados y los simples curiosos. Hay otros pueblos burgaleses con lavanda, lavandín o espliego, pero no alcanzan la superficie de este. En la Alcarria, la extensión se multiplica por más de 10 veces y cuenta con ayudas de la Junta de Comunidades hasta, al menos, 2024.
Brihuega, sin competencia por ahora
En Brihuega, los actos oficiales de la floración de la lavanda han comenzado con el propio mes de julio. Desde el Ayuntamiento briocense se quiere dar especial importancia a este 2023, ya que se cumplen los 50 años de la declaración de Brihuega como Conjunto Histórico Artístico, un «Jardín de la Alcarria» que hace los honores al eslogan turístico.
Visitas guiadas, conciertos, talleres temáticos y el tradicional Mercado de la Lavanda que se celebrará el fin de semana del 9 y el 10 de julio animarán más si cabe la vida de esta villa alcarreña, donde el sábado un concierto de Mara Aranda remataba el festival de música antigua que se ha mantenido durante las últimas semanas.
El origen de este furor, en Francia
Con todo, hay que reconocer que la pasión por la lavanda tiene su origen internacional en los campos de la Provenza, en el sur de Francia. Como ya describió detalladamente LA CRÓNICA en un amplio reportaje publicado en 2022, el centro neurálgico, la imagen tantas veces repetida, está en Sénanque, un monasterio que ha revivido bajo el intenso color de esta planta.
Curiosamente, en esta región se sorprenden con la gran extensión que tienen algunos de los campos de lavanda alcarreña, habida cuenta que las parcelas provenzales suelen ser pequeñas, aunque mucho más famosas. Así lo constató el equipo de este diario, cuando se desplazó hasta territorio francés para documentaria aquella información.