Por infracción a la Ordenanza Municipal de Convivencia se han formulado dos denuncias este fin de semana, por parte de la Policía Local. La más inusual fue para el propietario de un vehículo estacionado en la calle Toledo, alrededor del cual se estaba celebrando una fiesta.
Este hecho tuvo lugar el domingo, a las 7,30 horas de la mañana en la citada calle. El vehículo estaba dotado con altavoces de gran potencia ubicados en el maletero y los participantes, según señala el parte policial, proferían gritos y voces a los viandantes.
El propietario del vehículo se negó a ser identificado, por lo que fue trasladado a la Comisaria de la Policía Nacional para proceder a su identificación y denuncia.
La otra denuncia fue formulada al titular de una vivienda de la calle Ingeniero Mariño, por las molestias causadas, también, por el alto volumen de música.