El Juzgado de lo Penal número 3 de Albacete tiene previsto juzgar el próximo jueves, 5 de noviembre, a J.M.L., acusado de cometer un delito de estafa continuado tras haber pedido una cuantía superior a 8.500 euros a una chica a la que le decía que se los devolvería y a la que finalmente nunca devolvió tal cantidad, que se sumaba a otros importes anteriores.
Según el escrito de la Fiscalía, durante el mes de noviembre de 2014, la denunciante, M.N.S.L., conoció al acusado tras ver su número de teléfono en una página publicada en un programa de televisión. El acusado se cambió el nombre en dicha publicación y tras contactar la denunciante con él, le dijo que se llamaba J.J.M.G.
Un contacto que no volvió a suceder hasta marzo de 2015, cuando a partir del 28 de dicho mes iniciaron una relación de amistad por teléfono hasta acordar conocerse en persona en la ciudad de Barcelona. Tras el encuentro, convivieron durante 15 días en el mes de abril en la vivienda de M.N.S.L. en Albacete.
Primer «sablazo», 1.000 euros
Durante el tiempo en el que hablaban por mensajes a través de la aplicación de WhatsApp el acusado le dijo a la denunciante que era un empleado de Renfe y que era un maquinista que conducía trenes AVE por la línea de Valencia-Albacete-Cuenca-Madrid, y que aunque vivía en Barcelona, lo iban a trasladar como jefe de la estación de Albacete.
En esta explicación, según recoge el escrito, el acusado le manifestó a la chica que había perdido toda su documentación y que tenían bloqueada su cuenta corriente, por lo que no tenía liquidez y necesitaba «urgentemente» dinero. Así, M.N.S.L. viajó hasta Barcelona, conoció al acusado y le prestó 1.000 euros.
Un préstamo que se fue repitiendo en otras ocasiones, por transferencias bancarias, hasta que le entregó 8.500 euros más. Mientras, el acusado le decía que le devolvería el dinero cuando la empresa ADIF le abonara el importe de las dietas que le debía.
Un dinero que no le llegó a devolver, dándose cuenta la chica de que se trataba de un engaño por lo que decidió ir el 24 de julio de 2015 a denunciar al acusado a la Comisaría de Albacete del Cuerpo Nacional de Policía.
Unos hechos que según el Fiscal son constitutivos de un delito continuado de estafa por el que se le pide al acusado la pena de treinta meses de prisión, además de indemnizar a la denunciante en 9.500 euros.