La Guardia Civil ha informado sobre un conductor al que se le atribuye un delito contra la seguridad vial, por exceso de velocidad.
Ocurrió el 6 de mayo, aunque se ha conocido este miércoles.
Fue ese lunes cuando un radar de Tráfico en el 234 de la N-320, a la altura de Berninches, detectó un coche que circulaba a 182 km/h, superando en más del doble la velocidad máxima para ese tramo, que es de 90 km/h.
El conductor, un hombre de 59 años y de nacionalidad española, tendrá que hacer frente a la normativa vigente, que es severa en estos casos.
Circular a velocidad superior a la permitida reglamentariamente, rebasando en sesenta kilómetros por hora en vía urbana o en ochenta kilómetros por hora en vía interurbana, puede constituir un delito contra la seguridad vial y, caso de ser condenado por la autoridad judicial competente, podría enfrentarse a alguna de las penas descritas en el art. 379 del Código Penal, siendo castigado con prisión de tres a seis meses o con la de multa de seis a doce meses o con la de trabajos en beneficio de la comunidad de treinta y uno a noventa días, y, en cualquier caso, con la de privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por tiempo superior a uno y hasta cuatro años.