El Instituto de Enfermedades Neurológicas de Castilla-La Mancha, situado en Guadalajara, ha atendido ya a cerca de 600 pacientes con algún tipo de daño cerebral sobrevenido en los doce años que lleva de andadura, siendo la media anual de unos 50, habiendo pasado el proceso medio de rehabilitación de seis a cuatro meses.
Un dato que ha aportado en Guadalajara el director general de Asistencia Sanitaria del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam), Ibrahim Hernández, quien se ha acercado hasta la capital alcarreña para visitar este centro de referencia a nivel regional, con motivo del Día del Daño Cerebral Sobrevenido, junto con la gerente del hospital, Elena Martín, y la delegada de Sanidad, Pilar Cuevas, entre otros.
Según Hernández, el daño cerebral sobrevenido es «desgraciadamente» muy frecuente por hemorragias cerebrales, accidentes de tráfico o cualquier tipo de traumatismo, de ahí que haya resaltado la importancia de llevar a cabo un plan de salud en el que ya se van implementando aspectos nuevos. «Queremos hablar mucho de salud y menos de sanidad», ha dicho.
En declaraciones a los periodistas, Ibrahim Hernández ha puesto de manifiesto cómo afecta el cambio climático también a la salud y el impacto de la sanidad en este cambio, destacando igualmente la importancia de aprender a trabajar hablando menos de números y más de valor, así como de trabajar en la continuidad asistencial.
En este sentido, ha recordado que Guadalajara fue precisamente el lugar elegido para iniciar la primera unidad asistencial para trabajar pluripatologías y enfermos crónicos entre la Atención Primaria y la Medicina Interna.
En centros como este lo que más se valora es la atención multidisciplinar que se ofrece por parte de neurólogos, psicólogos, enfermeros, fisioterapeutas, logopedas y trabajadores sociales, algo que, según el director general, favorece que se mejoren los resultados que se ofrecen, aunque no ha precisado datos al respecto.
NO TIRAR LA TOALLA
Lo que sí ha avanzado también es que en el Instituto de Enfermedades Neurológicas de Castilla-La Mancha hay 22 camas y que el objetivo de la Consejería de Sanidad pasa por incrementar el número de las mismas, aunque no ha precisado si irían en esta misma ubicación o en otra.
De su lado, la gerente del hospital, Elena Martín, ha querido poner en valor el trabajo que se realiza en el centro, mostrando su apoyo a los profesionales y a los propios pacientes y a sus familias por «no tirar la toalla».
Una comparecencia en la que también ha tomado la palabra el doctor Antonio Yusta, para hablar sobre la Unidad de Ictus del hospital y lo que ha supuesto en el cuidado integral del paciente que lo padece.
En esta unidad se ofrece toda la continuidad asistencial en todo el proceso, desde el momento agudo hasta que el paciente es dado de alta, observándose que en estos casos la discapacidad es claramente mucho menor si se cuenta con este tipo de unidades y hay un mayor índice de supervivencia. «Ahora lo importante es que la discapacidad que se produzca sea la menor posible así como la dependencia social y económica», ha apostillado.
Por su parte, la doctora jefe del Servicio de Rehabilitación, Lourdes Gil, ha destacado el papel que tiene la familia como «pilar básico» para el tratamiento de los pacientes y en el éxito para el acortamiento de los propios procesos rehabilitadores.