Poco se sabe todavía de la última iniciativa del Ayuntamiento de Guadalajara para darle un toque más igualitario a la ciudad. Hace meses, el equipo de gobierno se esforzó para introducir a más mujeres en el callejero de la ciudad, aprovechando para ello la retirada de placas con referencias franquistas.
Lo de ahora es diferente y ya tiene precio: 60.000 euros. Según ha podido saber este chismorreador, desde la Plaza Mayor se ha iniciado el procedimiento administrativo que permita el encargo para fundir 8 bustos de mujeres relevantes de la historia de Guadalajara. Se instalarán en el bulevar que la capital alcarreña le tiene dedicado a Clara Campoamor.
El antecedente de una duquesa
Bustos y de mujeres en Guadalajara es una combinación, por el momento, difícil de encontrar. Un ejemplo lo tenemos en el paseo del Dr. Fernández Iparraguirre (en Las Cruces, para entendernos), donde desde la época de José María Bris en la Alcaldía la que mira en bronce a los viandantes es María Diega Desmaissières, duquesa del Sevillano. Lo hace en compañía de un puñado de hombres, entre los que figuran Cela, Buero Vallejo o el Marqués de Santillana, entre otros notables de la historia de la ciudad.
Ahora, también en esto, llega el turno de las mujeres.