500 euros de multa y seis meses sin poder repetir el examen para el permiso de conducir es lo que le espera a una mujer, de origen sirio y de 35 años de edad, que vio truncados sus planes días pasados en las pistas de Tráfico, en Guadalajara.
Esas son las sanciones que trae aparejado «utilizar dispositivos de intercomunicación no autorizados reglamentariamente en las pruebas para la obtención y recuperación de permisos o licencias de conducción u otras autorizaciones administrativas para conducir o colaborar o asistir con la utilización de dichos dispositivos». Se considera una infracción muy grave.
La Guardia Civil la sorprendió el pasado 17 de enero en las aulas de exámenes de la Jefatura Provincial de Tráfico de Guadalajara. Intentaba sacarse el permiso de clase B.
Tecnología al servicio de la picaresca
Los agentes observaron que una de las personas que estaba realizando la prueba teórica mostraba un comportamiento que les infundió sospechas de que pudiera existir alguna irregularidad en la realización de su examen. Esperaron a que todos acabaran la prueba y se identificó a la mujer, momento en que se comprobó que llevaba encima los medios tecnológicos precisos para comunicarse con alguien en el exterior, enviarle imágenes y recibir sonido mediante un «pinganillo». La micro-cámara estaba alojada en un botón de la camisa.
Fraude en las pruebas de obtención del permiso de conducir
Está tipifica como infracción muy grave sancionada con 500 euros, utilizar dispositivos de intercomunicación no autorizados reglamentariamente en las pruebas para la obtención y recuperación de permisos o licencias de conducción u otras autorizaciones administrativas para conducir o colaborar o asistir con la utilización de dichos dispositivos. Además, el aspirante no podrá presentarse de nuevo a las pruebas para la obtención del permiso en el plazo de 6 meses.