Unos 3.000 turismos y 500 motos, según la Guardia Urbana, se han concentrado este domingo en el Paseo de Gracia de Barcelona para protestar contra la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) aprobada por el Ayuntamiento y la Generalitat y que limita el acceso a vehículos contaminantes.
Reclaman una alternativa para adaptar los vehículos y que la gente trabajadora «que no tiene un capital para cambiarse de vehículo» pueda adaptarlo y seguir circulando, ha explicado el presidente de la Plataforma de Afectados por las Restricciones Circulatorias (Parc), David Llort, en declaraciones a los medios.
«En otras ciudades se está dando la posibilidad de adaptar el coche a la norma, con sistemas de gas o sistemas de filtración. Entendemos que eso es reciclar de verdad y no forzar a que la gente se cambie de vehículo», ha criticado Llort.
También piden que se haga un distintivo especial para los coches de colección, al igual que en otras ciudades europeas, ya que circulan «dos o tres veces al año los fines de semana» y son patrimonio de la ciudad, según Llort.
El presidente de la plataforma también ha explicado que se han reunido con todos los partidos políticos menos con el BComú, y ha reprochado que la alcaldesa, Ada Colau, no les haya recibido «ni tan solo para escuchar» sus propuestas.
Un portavoz de CL’Hàssics –club de clásicos en L’Hospitalet de Llobregat (Barcelona)–, Manuel Elpuente, ha explicado a Europa Press que la ZBE perjudica a los propietarios de vehículos clásicos, ya que no contempla su casuística.
«Nosotros no vamos al trabajo con los clásicos. Los sacamos el fin de semana, pero a partir de 2025 tampoco lo podremos hacer», ha explicado, y ha añadido que se solidarizan con transportistas y con las personas que no pueden ir a su trabajo con sus vehículos.
Ha apostado por restringir la ZBE al centro de Barcelona o subvencionar parkings en las afueras para aquellas personas que vayan a trabajar con coches viejos: «Pero al final lo más fácil es meterse con el obrero».
El motorista José Luis Pérez, que tiene una moto de 13 años y otra de 28, ha explicado a Europa Press que ha venido a la manifestación porque considera injusto no poder utilizar estos vehículos después de tantos años, y ha hecho un llamamiento a la protesta: «Si se paran los motoristas, se para Barcelona».