Recorrer Guadalajara el 1 de enero de 2023, en sus primeras horas, era disponer de una ciudad casi en exclusiva para el paseante, pues eran pocos los que se animaban a recorrer las calles a pie, a pesar de la bonanza del clima. Una ciudad, como casi todas las de España, sin necesidad de Zonas de Bajas Emisiones por la escasez, más bien una ausencia casi total, de vehículos. Y si eran pocos los que circulaban, casi ninguno osaba acercarse a un surtidor, para repostar.
La cosa se irá normalizando a lo largo de los días, por pura necesidad. Como se comprueba en las dos tablas adjuntas, para encontrar el gasóleo más barato hay que salir de la capital. No ocurre lo mismo con la gasolina. Los escasísimos coches eléctricos tienen su propia coyuntura particular. Se acaba así el descuento de 20 céntimos que se venía aplicando desde abril, como reflejó en su día este diario.
El fin de la subvención de 20 céntimos por parte del Gobierno llegó después de una última semana del año bastante peculiar, como si quisieran las petroleras preparar el camino al ejecutivo de Pedro Sánchez. El precio medio de los carburantes en España siguió su tendencia a la baja y, en concreto, el litro de gasolina se situaba la pasada semana en los 1,565 euros, tras retroceder un 1,57% con respecto a la anterior, mientras que el del gasoil estaba en los 1,643 euros, un 1,08% menos en relación con los siete días anteriores.
De este modo, la gasolina encadenaba su sexta semana consecutiva de descensos y recuperaba niveles similares a los de antes de la invasión rusa de Ucrania (que comenzó el 24 de febrero de 2022), dado que en la semana del 7 de febrero el precio promedio de este combustible en España era 1,559 euros el litro.
Mientras tanto, el diésel ha bajado nueve semanas seguidas hasta el más que anunciado «subidón» del 1 de enero. Este tipo de combustible, antaño el más económico, encadenaba descensos desde finales del pasado octubre, según los datos del Boletín Petrolero de la Unión Europea.
La brecha de precio entre ambos carburantes se mantiene en torno a los ocho céntimos.
Con estos niveles de precio tras las últimas caídas, ambos carburantes se mantienen lejos de los máximos que tocaron este verano, cuando en julio la gasolina alcanzó los 2,141 euros y el gasóleo los 2,1 euros.
Más caro que hace un año
Sin tener en cuenta la subvención, el precio del litro de gasolina es un 5,81% más caro que hace un año, mientras que en el caso del gasóleo el precio es un 21,97% superior.
Estas cifras se registran en un entorno de precios elevados del crudo en el actual contexto, marcado por la guerra en Ucrania. Así, este jueves pasado el barril de Brent, de referencia en Europa, cotizaba alrededor de los 82,4 dólares, mientras que el Texas americano se intercambiaba en torno a los 77,1 dólares.
El precio de los carburantes depende de múltiples factores, como su cotización específica (independiente de la del petróleo), la evolución del crudo, los impuestos, el coste de la materia prima y de la logística y los márgenes brutos. Además, la evolución en la cotización del crudo no se traslada directamente a los precios de los carburantes, sino que lo hace con un decalaje temporal.
Con estos niveles, el precio de la gasolina sin plomo de 95 y sin tener en cuenta la subvención, ha terminado 2022 en España por debajo de la media de la Unión Europea, situada en 1,637 euros el litro, y por de la eurozona, con un precio medio de 1,676 euros.
En el caso del diésel, el precio en España es inferior al de la media de la UE, que es de 1,722 euros, y también se sitúa por debajo del de la zona euro, que ronda un precio de 1,73 euros.